Tu sabias esto? yo no… sera que habrá sido bombardeado con alguna idiologia?
José Carreño
Para el cardenal Joseph Alois Ratzinger sólo había verdades absolutas y de hecho sería difícil hallar alguna controversia católica de los últimos 20 años en la que no haya estado involucrado
Pero esas opiniones pueden variar ahora que es el papa Benedicto XVI, dice el analista John Allen, autor de la biografía Cardenal Ratzinger: el vigilante de la fe , que en su libro describe al religioso como “el zar doctrinal” de la Iglesia católica.
De hecho, Ratzinger podría ser visto como un conservador que ve la Iglesia como un punto de referencia permanente en un mundo frecuentemente necesitado de guía, y eso implica creencias fundamentalistas.
Según Allen, el cardenal Ratzinger creía que donde la Iglesia no ofrece un sistema de valores alternativos, donde se compromete con el Estado o la cultura, deja de tener la capacidad de proteger la libertad.
Pero al mismo tiempo, las acciones de Ratzinger como prefecto de la Congregación por la Doctrina de la Fe [nuevo nombre de la Inquisicion] , definida como la oficina vigilante de la ortodoxia, es una de dureza doctrinal e incluso de intransigencia.
El biógrafo considera que esa forma de ser y actuar y, por tanto, su visión de la Iglesia y la moralidad, tienen raíces en la experiencia personal de Ratzinger, que fue testigo, en su niñez, del ascenso del Partido Nazi y vivió como adolescente sus consecuencias.
Como seminarista fue brevemente enrolado en las Juventudes Hitlerianas a principios de los 40, aunque nunca fue miembro del Partido Nazi. En 1943 fue enlistado en una unidad antiaérea que resguardaba una planta de BMW fuera de Munich y después fue enviado a la frontera de Austria con Hungría para construir trampas para tanques. Tras ser enviado de regreso a Bavaria desertó y cuando la guerra terminó era prisionero de guerra de EU.
“Bajo Hitler, Ratzinger dijo que vio a los nazis retroceder y distorsionar la verdad. Sus mentiras acerca de judíos, sobre la genética fueron más que ejercicios académicos. La gente murió por millones debido a ellas. El servicio de la Iglesia a la sociedad, concluyó Ratzinger, es mantener verdades absolutas que funcionen como marcadores de límites”, escribió Allen.
De acuerdo con el autor, ya como autoridad eclesiástica, Ratzinger “marcó rayas en la arena y usó las herramientas de su oficina sobre muchos que cruzaron las líneas… sea una profilaxis necesaria o una abierta jugada de poder, sus esfuerzos para limitar la disensión han dejado la Iglesia más golpeada, más dividida, que en cualquier otro tiempo desde el final del (concilio) Vaticano II”. Continuar leyendo
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