La agencia de desarrollo de las Naciones Unidas, el PNUD, ha publicado su marco de gobernanza para la infraestructura pública digital, con el que la organización mundial sin duda espera ansiosamente que se alineen sus más de 190 miembros.
Una vez más, otro organismo de la ONU presenta una política cuestionada, basándose en la política general que se supone le otorga legitimidad: los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
Aquí, el PNUD dijo en una publicación en su sitio web el mes pasado que el marco de identificación digital era su reacción a las “solicitudes de apoyo institucional” – y elogió su propio esfuerzo por ser inclusivo y basado en “derechos” (aparentemente, civiles y legales).
Lo que está claro es que la ONU está muy comprometida a impulsar la adopción de identificaciones digitales, y lo hace en cada oportunidad disponible, incluidas las actividades del PNUD.
Para aquellos países (más bien, sus gobiernos actuales) que aceptan seguir el ejemplo de la ONU en materia de infraestructura pública digital (DPI), de la cual las identificaciones digitales son sólo una parte, los informes dicen que el marco recomendado tiene nueve puntos: “marcos legales, regulatorios, no -discriminación, acceso a la información, responsabilidad legal, instituciones capaces, valor para el usuario, adquisiciones y anticorrupción, y protección de datos”.
La agenda de “Desarrollo Sostenible” citada en este caso tiene que ver con el registro civil de nacimiento de cada persona nacida en el planeta y, aparentemente, con garantizar que sea digital en el futuro.
¿Qué pasa con el sistema actual? La ONU piensa mucho, pero al mismo tiempo quiere asegurarse de que las versiones digitales desarrolladas e implementadas por varios gobiernos tengan una gobernanza “adecuada” y, de hecho, “robusta” desde el principio.
El PNUD explica esto con la necesidad de garantizar que las normas y reglas, así como los “protocolos de privacidad”, conduzcan hacia una futura digitalización total de los servicios públicos.
Así pues, la ambición del PNUD es “centralizar”, por así decirlo, los esfuerzos de cientos de gobiernos nacionales proporcionando “un modelo estándar”. También afirma que se intentará lograr algo que, francamente, parece muy improbable en el mundo real, pero suena bien en un comunicado de prensa.
Es decir, “dar prioridad a los derechos individuales” (risas), es decir, los derechos humanos, así como la inclusión, etc. en este contexto particular, y al mismo tiempo seguir adelante impulsando la adopción de la identificación digital, o “cambio”, como decide llamarlo la ONU.
Es PELIGROSO que nuestra iglesia se sume a plan Objetivo de desarrollo sustentable 2030 puesto que lleva implícito el sistema de registro digital mundial el cual es parte de la MARCA DE LA BESTIA cuando por medio de esta se pueda limitar el COMPRAR Y VENDER. Es necesario que este sistema de registro digital vaya de la mano con una moneda digital centralizada de la cual esperamos hablarles en otro articulo.