Un proyecto de jóvenes japoneses quiere convencer a las personas de plantar semillas de girasol en Fukushima, para que las plantas limpien el suelo de la contaminación radiactiva. El líder del proyecto, Shinji Handa, ya vendió unos 10.000 paquetes de semillas a unos US$6 a gente de todo Japón, con la idea de que las planten, y las semillas que obtengan de las flores sean enviadas el próximo año al territorio afectado por la radiación de la planta nuclear, que comenzó a fallar tras el terremoto del 11 de marzo.
Plantar girasoles puede parecer una idea loca, pero el fundamento detrás del proyecto está correcto. Muchas plantas han desarrollado mecanismos para adaptarse a altos niveles de toxinas, e incluso a la radiación, absorbiendo metales pesados e isotopos radioactivos y almacenándolos en partes “desechables” como tallos y hojas. Científicos han investigado varias plantas alrededor de Chernóbil que gradualmente han reducido la contaminación del suelo, incluyendo los girasoles.
Las plantas verdes evolucionaron en momentos en que los niveles de radiación presentes en la Tierra eran mayores a los que tenemos hoy, y como las plantas no pueden escapar para ir a lugares mejores (porque no pueden moverse), muchas tienen mecanismos para sobrevivir esas circunstancias.
En años recientes, plantas como el trigo o el amaranto se han usado para biorremediación, es decir, para retirar materiales tóxicos y radiactivos de suelos alrededor del mundo, a un costo mucho menor que sacarlos “a mano”.
Sin embargo, este proyecto es quizás demasiado simple para funcionar. Después de plantados, los girasoles se volverán muy radiactivos, y se requerirá ir a “cosecharlos” y almacenar esas flores radiactivas de manera de evitar más contaminación. Esa parte del proyecto requiere de bastante organización, y podría poner en dificultades a la idea.
De todas maneras, la biorremediación podría jugar un rol fundamental, y la idea de los girasoles de Handa da además una idea de colaboración y esperanza a quienes se involucren en el proyecto.
Link: In Fukushima, sunflowers sow hope for a radioactive-free future (FastCompany)
Vil copy paste de Cony Sturm again