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Una Argumentación contra las profecías de tiempo Futuristas, la Re aplicación de los 2520 días y la comprensión del Continuo según la Biblia.

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Y no habra despues de las 2300 tardes o mañanas mas periodos profeticos de Fecha.

La siguiente carta fue traducida por ministerio Eme1888 a petición de unos hermanos. En ella se encuentra la carta que escribio TyGibson pastor de la iglesia Adventista al hermano Jeff Pipinger y en el cual explica con gran detalle escritural porque no podemos usar fechas profeticas despues de 1844.

Esperando que les ayude en su estudio y entendimiento de las profecias.

La Voz del que Ve.

 

Estimado Jeff Pippenger:

Gracias por tu pensada respuesta a mi estudio titulado ‘Una Evaluación de los 2520’. Respeto genuinamente tu compromiso para validar el punto de vista historicista de la profecía bíblica y creo que eres un sincero estudiante de las Escrituras.
Aun cuando dijiste en tu carta que no esperabas una respuesta mía, y yo aprecio el estar libre de una obligación, me gustaría sin embargo responderte. Te pediría que por favor me escuches como un hermano en Cristo que cree en el mensaje del Advento, pero que también posee algunas preguntas y desafíos válidos para que tú los consideres.
Tú me has colocado dos preguntas específicas y has suscitado dos puntos de vista adicionales en el cuerpo de tu carta. Voy a comenzar con tus dos últimas preguntas, siendo que ambas tienen que ver con el punto de vista de Ellen White sobre los 2520. Después voy a dedicarme a Levítico 25 en el contexto del capítulo 26. Finalmente voy a ofrecer algunos puntos relacionados con el “continuo” en el libro de Daniel.

¿Qué sucede con la posición del Espíritu de Profecía sobre los 2520?
Tú me preguntas si yo creo que el Espíritu de Profecía muestra una cuenta exacta de la historia Adventista.
¡Mi respuesta es definitivamente sí! Yo asumo, ya que tú me has colocado esta pregunta, que tu respuesta también es sí. Y es evidente que me has colocado la pregunta, porque crees que el Espíritu de Profecía apoya los 2520.

¿Pero es realmente así?

El Periodo Profético Más “Largo”.
El primer punto que has levantado del Espíritu de Profecía es el hecho que Ellen White habla de “periodos proféticos”, plural, que se extienden hasta 1844, lo cual tu ves como prueba de que ella quería significar tanto la profecía de los 2300 días/años como la profecía de los 2520. El raciocinio que desarrollas en tu carta y que elucidas con gran detalle en otra parte, es que como ella usa el plural, esto significa que tiene que haber más de un periodo profético que llegue hasta 1844. Y como ninguno de los otros periodos proféticos normalmente aceptados — los 1260, los 1290 y los 1335— concluyen en 1844, ella tiene que haberse referido a llamar la atención de los 2520.
Pero cuando leemos las declaraciones en su contexto y llevamos en consideración otras declaraciones que ella hizo sobre este tópico, descubrimos que ella no tenía a los 2520 en mente. Primero, observemos las declaraciones en que ella habla de los periodos proféticos que se extienden hasta 1844:

“La predicación de una fecha definida para el advenimiento levantó violenta oposición en todas partes, desde el ministro en el púlpito hasta el más descuidado y empedernido pecador. El ministro hipócrita y el descarado burlón decían: “Pero del día y la hora nadie sabe.” Ni los unos ni los otros querían ser enseñados y corregidos por quienes señalaban el año en que creían que terminaban los periodos proféticos y llamaban la atención a las señales que indicaban que Cristo estaba cerca, a las puertas”. PE:233.

“Los creyentes en este mensaje fueron oprimidos en las iglesias. Durante algún tiempo el miedo impidió, a quienes no querían recibir el mensaje, que actuaran de acuerdo con lo que sentían; pero al transcurrir la fecha revelaron sus  verdaderos sentimientos. Deseaban acallar el testimonio que los que aguardaban se veían compelidos a dar, de que los períodos proféticos se extendían hasta 1844”. PE:236-237.

Es evidente que Ellen White está aquí hablando acerca de los periodos proféticos como una unidad: los 1260, los 1290, los 1335 y los 2300. Ella simplemente declara que, “los períodos proféticos se extendían hasta 1844”. Y así fue, siendo que la profecía de los 2300 días/años es la más larga. Su declaración que los periodos proféticos (plural) terminan en 1844 significa que el último y más largo del grupo llegaba hasta 1844.
Estoy agradecido de tu confianza en el Espíritu de Profecía, Jeff, porque ahora voy a compartir contigo una declaración absolutamente clara de la pluma inspirada que explícitamente niega que los 2520 sea uno de los periodos proféticos:

“Lo que experimentaron los discípulos que predicaron el ‘evangelio del reino’ cuando vino Cristo por primera vez tuvo su contraparte en lo que experimentaron los que proclamaron el mensaje de su segundo advenimiento. Así como los discípulos fueron predicando: ‘Se ha cumplido el tiempo, y se ha acercado el reino de Dios’, así también Miller y sus asociados proclamaron que estaba a punto de terminar el período profético más largo y último de que habla la Biblia, que el juicio era inminente y que el reino eterno iba a ser establecido. La predicación de los discípulos en cuanto al tiempo se basaba en las setenta semanas del capítulo noveno de Daniel. El mensaje proclamado por Miller y sus colaboradores anunciaba la conclusión de los 2300 días de Daniel 8:14, de los cuales las setenta semanas forman parte. En cada caso la predicación se fundaba en el cumplimiento de una parte diferente del mismo gran período profético”. CS:399-400.


Por favor, observa que Ellen White aquí nombra la profecía de los 2300 días/años como “el período profético más largo y último”. Este no sería el caso si hubiese algo así como los 2520 años proféticos, ya que 2520 es “más largo” que 2300. O Ellen White está errada al especificar la profecía de los 2300 días/años como el “más largo” periodo profético, o los 2520 no son un periodo profético válido. Ambos no pueden estar correctos. Claramente los 2520 no estaban en el radar de Ellen White, lo cual explica por qué ella nunca los menciona en sus voluminosos escritos. Si tomamos su declaración aquí en el CS tal como claramente lo dice, toda la noción de que los “siete tiempos” de Levítico 26 es una profecía de 2520 años, colapsa totalmente. Claro y simple, la profecía de los 2300 años es “el período profético más largo y último”.
Con esta declaración en consideración, todo lo que legítimamente pueda ser derivado de las citas que hablan de “periodos proféticos” es que el grupo de periodos proféticos delineados en Daniel y Apocalipsis no van más allá de 1844. Leer en estas declaraciones que ella estaba señalándonos los 2520 es una extrapolación que no está allí.
Yo te hago un llamado, como alguien que cree en el Espíritu de Profecía, para que recibas la simple claridad de esta declaración inspirada. Entiendo que una vez que se ha tomado un compromiso público con respecto a cierta posición, puede ser muy difícil dejarla a un lado. Pero no hay vergüenza en humildemente descartar una posición previa, cuando se demuestra que esa posición está errada. Hermano, le imploro, por favor no dude en tomar esa valiente decisión. Aquellos a quines les has enseñado los 2520 van a respetarte aun más, debido a tu honesto reconocimiento para con la inspiración.

El Endoso de Ellen White Sobre los Diagramas.-
El segundo punto que levantaste del Espíritu de Profecía es el endoso de Ellen White hacia el diagrama de 1843 y de 1850, el cual tú crees que indica un apoyo hacia los 2520.
Primero voy a señalar el hecho que aun cuando ella vivió durante el movimiento Millerita y que después vivió como testigo profético a través de la formación de la IASD, Ellen White nunca escribió una única línea en relación a los 2520. Su silencio es elocuencia.
El CS, como su obra definitiva en relación al mensaje para el tiempo final, cuenta la historia del Movimiento Millerita, el Movimiento del Advento, la apertura del Lugar Santísimo, y la recuperación de las grandes verdades del evangelio que se habían perdido de vista a lo largo de los años de supremacía papal. Entonces proyecta hacia adelante al movimiento de la lluvia tardía que va a cerrar la historia humana, y ninguna vez el libro menciona los 2520.
Si los 2520 fuesen una parte vital del mensaje de la lluvia tardía, entonces su total ausencia del CS solo podría ser vista como tal vez la mayor falla registrada del don profético. Aun cuando fue con una buena intención, sin duda, a mí me parece que el apoyo a los 2520 nos está pidiendo que procesemos y aceptemos la idea de que el mismo libro que fue hecho, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ya no lo es, y que nos dice cuál es el mensaje final, ha, de hecho, fallado en conseguirlo. Entonces se nos pide que creamos en voces actuales no inspiradas que nos están diciendo cuál es el mensaje de la lluvia tardía, aun cuando los escritos inspirados no dicen nada de ese mensaje.
Esa es una gran cosa.

Existe una explicación mucho más lógica, contextual y natural para el endoso de Ellen White a esos diagramas.
Cuando tomamos en cuenta todo el alcance de sus escritos — incluyendo la declaración anterior que definitivamente identifica a la profecía de los 2300 días/años como el “más largo” periodo profético en la Biblia — queda claro que la positiva declaración de Ellen White en relación a los diagramas no constituye un apoyo de su parte con cualquier detalle que los primeros creyentes del Advento incluyeron en sus diagramas. En vez de eso, indica su concordancia con el mensaje como un todo de los diagramas, el cual estaba para validar 1844 como el comienzo del juicio.
Puedo entender fácilmente cómo Ellen White pudo promover los diagramas, mientras que al mismo tiempo no apoyaba todos los puntos que había en ellos, porque esa ha sido mi propia opinión durante toda mi vida de Adventista, y también la de muchos otros. Todo astuto y doctrinalmente fiel Adventista bíblico concuerda con los diagramas Milleritas, porque las verdades que allí están y debido al rol histórico que jugaron en el Movimiento Adventista. El mensaje total de los diagramas es verdadero. Leer en el apoyo de Ellen White hacia los diagramas un apoyo inequívoco de cada detalle que hay en ellos, es obligarla a ella a ir en una dirección en que todo el cuerpo de sus escritos nunca anduvo.
Fue el hábito gracioso y abierto de mente de Ellen White el hablar favorablemente de aquellos con los cuales ella no concordaba en todos los puntos. Lo más notables es que:

  • ella apreciaba grandemente el Progreso del Peregrino de John Bunyan, a pesar del hecho de que enseña el inmediato traslado al cielo después de la muerte, una doctrina que ella agresivamente rechazó;
  • ella habló positivamente del evangelista D. L. Moody, aun cuando él predicaba sobre el tormento eterno y sobre la santidad del domingo;
  • ella hizo endosos favorables similares sobre Martín Lutero, Juan Calvino y otros que apoyaban ciertas verdades vitales, aun cuando ella estaba bien al tanto del hecho que estos hombres sostenían ciertos puntos de vista que ella no apoyaba;
  • ella habló muy bien de Uriah Smith y recomendó que él ocupara una posición de gran influencia en la iglesia, aun después que él se puso en contra de aspectos cruciales del evangelio en 1888.

El asunto es este: sus declaraciones positivas acerca de los diagramas Milleritas no significa un endoso de los 2520, lo cual es evidente del hecho que ella nunca menciona los 2520 y claramente declara que la profecía de los 2300 días/años es el “más largo” periodo profético en la Biblia, y eso no podría haberlo dicho si los 2520 fuesen válidos. Todos sus escritos dejan muy claro cuáles aspectos del primitivo Movimiento Adventista ella apoyó bajo la inspiración del Espíritu Santo — la profecía de los 2300 días y las grandes líneas proféticas de Daniel y Apocalipsis.
Es algo débil, en verdad, decir, en esencia, “Ellen White nunca mencionó los 2520, ni siquiera en el CS, el cual era su tratado total y definitivo sobre el mensaje del tiempo final, pero debido a que habló favorablemente de los diagramas Milleritas, eso la constituye a ella en endosadora de los 2520”. Es muy difícil imaginar una posición más inestable.

Por favor, no tome ninguno de mis puntos de vista como personales. Yo asumo que tú eres un estudiante sincero de la Biblia, y como tal tú debes comparar cándidamente la evidencia contra tu propia posición. Yo quiero solo presentar esa evidencia en el espíritu de la hermandad cristiana. Debido a tu sólido apoyo del punto de vista histórico de la profecía bíblica, yo creo que puedes hacer mucho bien por la causa de Dios, colocando todo el peso de tu intelecto e influencia en esa dirección y dejando a un lado esos puntos de vista que son indefendibles y que no son sostenidos por el cuerpo general de tus hermanos, que también apoyan la perspectiva historicista. De hecho, te suplico que lo hagas. La iglesia de Dios te necesita.

Pero ahora, movámonos a otro punto que tú has levantado.
¿Qué pasa con la necesidad de que la tierra descanse en Levítico 25 en relación con el contexto de Levítico 26?
No hay nada en Levítico 25 que sugiera que “siete tiempos” de Levítico 26 constituyan 2.520 años. Lo que tenemos en el capítulo 25 es una explicación de antiguo Israel relacionada con el país propiamente ecológico y ceremonial y ejecución de tarea de trabajo. El Señor esencialmente le dice a Su pueblo que tienen que conducirse a sí mismos en forma responsable en relación con su agricultura, y sus prácticas de arrendamiento. Esto envolvía que la tierra tuviera un Sábado de descanso a cada siete años. Entonces, en una escala mayor, después de haber pasado 49 años, el año 50 tenía que ser celebrado como un año de “Jubileo”, o “libertad para todo el país” (Lev. 25:10). Todas las posesiones y tierras tenían que retornar a sus dueños originales, bajo la premisa de que nadie realmente era dueño de nada, sino que todas las cosas le pertenecen al Señor y Él cancela graciosamente las deudas.

Este era un sistema ingenioso de pura gracia diseñado para proteger al pueblo de la letal idea de que las cosas de los humanos y las ganancias son méritos de sus trabajos. El ciclo del séptimo año del descanso de la tierra y el ciclo del Jubileo era el método de Dios para construir la verdad de la salvación solamente por gracia a través de la fe, en la misma economía de la vida diaria de Israel.
Ese es el asunto de Levítico 25, sin ninguna referencia a la profecía de los 2.520 años. Perder la verdad del evangelio proclamada en Levítico 25 es perder algo verdaderamente grande y bello.
No hay ninguna maldición de 2.520 años evidenciada en la Historia.
Cuando uno lee Levítico 25 y 26, otro punto obvio pide ser reconocido, y es este: la tierra no tuvo descanso desde el 677 hasta 1844.
Si la maldición de Levítico 26 tenía que ser un periodo de 2520 años desde 677 hasta 1844, durante el cual la tierra descansara, entonces solo podemos concluir que la maldición falló en ocurrir o que fue hecho obligatoria por el Señor. Esto es evidente por el simple hecho que nada parecido a eso ocurrió. No vemos nada que sea correlativo con una maldición de 2520 años, que ocurriera exactamente dentro de los parámetros de 677 y 1844. De hecho, la historia de Israel como un pueblo escogido de Dios, ni siquiera se extiende hasta 1844. De acuerdo con las 70 semanas de Daniel (la profecía de los 490 años), el año 34 d.C. marcó el nacimiento de un nuevo Israel totalmente realizado en Cristo y personalizado en Su iglesia. Simplemente no hay ninguna maldición de ese tipo descrito en Levítico 26, que descanse sobre un Israel literal, ni tampoco que haya transcendido un Israel literal y espiritual desde 677 hasta 1844. Las Escrituras no testifican sobre eso, y la historia no revela ningún cumplimiento de ninguna maldición como esa. Para el cumplimiento de cualquier otra profecía bíblica vemos una evidencia histórica y una correlación. Mi pregunta hacia ti es la siguiente: ¿Ves algún cumplimiento histórico de las maldiciones delineadas en Levítico 26 descansando sobre Israel como un pueblo o sobre su tierra desde 677 hasta 1844? Esto es, ¿ves a Israel experimentando eso durante 2.520 años entre 677 y 1844?

“No os haréis ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pinta-da para postraros ante ella; porque Yo Soy el Eterno vuestro Dios. Guardad mis sábados y reverenciad mi Santuario. Yo Soy el Eterno. Si seguís mis decretos, si guardáis mis Mandamientos y los ponéis por obra, yo os daré lluvia a su tiempo, y la tierra rendirá sus cosechas, y el árbol del campo dará su fruto. La trilla se extenderá hasta la vendimia, y la vendimia hasta la siembra; comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra. Y yo daré paz en la tierra. Y dormiréis, nadie os quitará el sueño. Quitaré las malas bestias de vuestra tierra, y la espada no pasará por vuestro país. Perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a filo de espada ante vosotros. Cinco de vosotros perseguirán a cien, y cien de vosotros perseguirán a diez mil. Y vuestros enemigos caerán a filo de espada ante vosotros. Porque yo me volveré a vosotros, os haré crecer, os multiplicaré y mantendré mi pacto con vosotros. Comeréis lo añejo de mucho tiempo, y sacaréis fuera las cosechas añejas para guardar las nuevas. Pondré mi morada en medio de vosotros y no os rechazaré. Andaré entre vosotros, seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo. Yo Soy el Eterno vuestro Dios, que os saqué de Egipto, para que no seáis sus esclavos. Rompí las correas de vuestro yugo, y os hice andar con la cabeza erguida. Pero si no oís ni cumplís todos mis Mandamientos, si rechazáis mis decretos y despreciáis mis normas, si no cumplís todos mis Mandamientos e invalidáis mi pacto, enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman vuestros ojos y atormenten vuestra vida. Sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán. Me volveré contra vosotros y seréis abatidos por vuestros enemigos. Los que os aborrecen os dominarán, y huiréis sin que nadie os persiga. Y si con todo eso no me oís, volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo, volveré vuestro cielo como hierro y vuestra tierra como bronce. Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará su cosecha, y los árboles de la tierra no darán su fruto. Y si seguís en vuestra rebeldía contra mí, y no queréis oírme, añadiré sobre vosotros siete veces más plagas según vuestros pecados. Enviaré también sobre vosotros fieras salvajes que arrebaten a vuestros hijos, destruyan vuestro ganado, y os reduzcan en número; y vuestros caminos quedarán desiertos. Y si con esto no os volvéis a mí, sino que andáis contra mí, yo también procederé contra vosotros, y os heriré aún siete veces por vuestros pecados. Traeré contra vosotros espada vengadora, que vengará vuestra violación del pacto. Os refugiaréis en vuestras ciudades, pero yo enviaré peste contra vosotros, y seréis entregados en manos del enemigo. Cuando os corte el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un horno, y os devolverán vuestro pan por peso. Y comeréis y no os saciaréis. Y si aún con esto no me oís, sino que os oponéis a mí, procederé contra vosotros con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. Y comeréis la carne de vuestros hijos e hijas, destruiré vuestros altos, talaré vuestras imágenes, y pondré vuestros cadáveres, sobre los cadáveres de vuestros ídolos, y os aborreceré. Convertiré vuestras ciudades en desierto, asolaré vuestros santuarios, y no me deleitaré en el aroma de vuestras ofrendas. Asolaré también la tierra, y se espantarán vuestros enemigos que vengan a vivir en ella. Y a vosotros os esparciré entre las naciones, desenvainaré espada en pos de vosotros y vuestra tierra quedará asolada, y desiertas vuestras ciudades. Entonces la tierra disfrutará sus sábados todo el tiempo que dure su desolación, y estéis en país enemigo; entonces la tierra descansará y gozará de sus sábados. Todo el tiempo que dure su desolación, descansará por los sábados que no reposó cuando habitabais en ella. Y a los que queden de vosotros les infundiré tal cobardía en el país enemigo, que el sonido de una hoja que se mueva, los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga. Tropezarán unos con otros, como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga. Y no podréis resistir ante vuestros enemigos. Pereceréis entre las naciones, y el país enemigo os consumirá. Los que queden de vosotros serán consumidos en el país enemigo, por su iniquidad y la iniquidad de sus padres. Y confesarán su iniquidad y la de sus padres, por su traición y oposición contra mí. Por eso yo también me pondré contra ellos, y los llevaré al país de sus enemigos. Entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, de mi pacto con Isaac y de mi pacto con Abrahán, y me acordaré de la tierra. La tierra quedará abandonada en ausencia de ellos, y disfrutará sus sábados, y quedará desierta por culpa de ellos. Entretanto sufrirán el castigo de sus iniquidades, porque despreciaron mis normas y aborrecieron mis preceptos. Con todo, cuando estén en el país enemigo, no los desecharé, ni los aborreceré hasta consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque Yo Soy el Eterno su Dios. Antes me acordaré del pacto que concerté con sus padres de ser su Dios, cuando los saqué de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo Soy el Eterno. Estos son los decretos, órdenes y leyes que el Señor estableció entre él y los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés”. Levítico 26.

Ciertamente podemos señalar diversos episodios de la historia de Israel en los cuales algunas o todas estas cosas sucedieron, pero entremezcladas con tiempos de arrepentimiento y bendición. Pero lo que no vemos es la condición descrita arriba de los asuntos de Israel durante un periodo sostenido de 2520 años y en forma precisa desde 677 hasta 1844. Históricamente, como una profecía cumplida, simplemente no existe.
Por ejemplo, si la maldición fue levantada en 1844, yo creo que muchos historiadores y muchos Judíos argumentarían que el apuro del pueblo Hebreo fue el peor que pudo haber sucedido jamás, desde 1844 y hasta mediados de los 1900. Solo la Segunda Guerra Mundial se parece más a Levítico 26 que cualquier tiempo anterior a ella, pero, no cae dentro de los parámetros de 677 hasta 1844.
Además, vemos actualmente el pueblo Judío prosperando durante los siglos XV, XVI y XVII, como el residuo genético y el efecto intelectual de los principios de Dios habiendo sido obedecidos en mayor o menor grado a lo largo de su historia como un pueblo. La acumulación de la riqueza Judía durante este supuesto tiempo de maldición nos ha conducido a la situación actual en la cual una gran cantidad de la riqueza del mundo está en manos Judías. También vemos durante este mismo periodo de la his-toria, una prosperidad intelectual y científica substancial entre los Judíos. Se estima que la mitad del progreso científico de los últimos 300 años, fue producto de las mentes Judías.
Mi punto de vista es simplemente este: la historia no muestra que Israel haya pasado precisamente bajo una maldición desde 677 hasta 1844 compuesta por los elementos descritos en Levítico 26.
¿Y por qué no? ¿Por qué las maldiciones de Levítico 26 nunca se cumplieron? Yo he respondido a esta pregunta en mi anterior evaluación de las afirmaciones de los que apoyan los 2.520. La razón por la cual la maldición nunca se realizó es porque, así como Moisés explicó en el evangelio, así él lo proclama en Levítico 26, la fidelidad del pacto fue mantenida en Cristo, ya que Él llevó la maldición a favor de toda la humanidad.

La Gran Semana de Tiempo.-
Entonces podemos preguntar: ¿Cuál es el mensaje de Levítico 25? ¿Y la tierra va alguna vez a experimentar el descanso Sabático mostrado por el ciclo de siete años y el Jubileo?
La respuesta es un resonante, ¡Sí!
La Biblia sugiere que seis mil años han sido asignados para que la gran controversia se dilucide. entonces vendrá un séptimo milenio de descanso. Como tipo, el ciclo de siete años del antiguo Israel y el Jubileo apuntaban a esta gran conclusión para la gran guerra entre el bien y el mal. El periodo de mil años mostrado en Apocalipsis 20 lleva todas las características del descanso y la liberación de la tierra mostrados en Levítico 25.
Este concepto también es mostrado por Ellen White cuando ella habla en términos de un conjunto limitador divino de seis mil años designados para que la gran controversia alcance su conclusión. Todas las profecías de tiempo de Daniel y Apocalipsis poseen diferentes puntos de inicio en la historia y que el Apocalipsis posee diferentes puntos de inicio en la historia y que corren rápidamente hacia sus pun-tos finales en el periodo de 1798 a 1844. Añada a esto el hecho que la cronología bíblica coloca nues-tro tiempo en cercas de seis mil años desde la Creación, y el caso a favor de la semana milenial de tiempo se vuelve convincente.
El mundo fue creado en seis días y entonces Dios descansó en el séptimo día. Esa fue la semana literal de la Creación. Entonces ocurrió la caída de la humanidad, y comenzó a desarrollarse otra semana, una semana milenial de redención creacional, siete “días” que consisten de mil años cada uno. Los paralelos bíblicos entre la semana de creación literal y la semana milenial de la salvación son muchos.
Primero, observamos que los Diez Mandamientos fueron dados dos veces en tablas de piedra. Todos los mandamientos en ambas versiones son los mismos, excepto el cuarto, aquel que pertenece al tiempo. El Mandamiento del Sábado fue dado en la primera versión de la Ley como un memorial de la semana de la Creación (Éxodo 20), pero en la segunda versión la semana de la creación no es mencionada. En vez de ello, el Sábado es ahora dado como un memorial de liberación de la esclavitud. Es invocado un tema de salvación, llamando la atención a la Pascua como el evento liberador, apuntando así hacia la Cruz (Deuteronomio 5).
Segundo, la Biblia frecuentemente usa el lenguaje de la creación para definir la salvación, tal como la oración de arrepentimiento de David: “Crea en mí un corazón puro, Oh Dios… Restáurame la alegría de Tu salvación” (Salmo 51:10-12). Cuando llegamos al Nuevo Testamento frecuentemente se hace referencia para decirnos que aquel que vino a salvarnos es nuestro Creador (Juan 1:1-18; Col. 1:16-17). Podemos ver que existe un paralelo entre la creación y la salvación.
El Antiguo Testamento comienza con las palabras: “En el comienzo Dios creó…”, y después sigue la Creación. El evangelio de Juan comienza con las palabras: “En el comienzo era la Palabra…”, y des-pués sigue la salvación. El relato del Génesis muestra la tierra sin forma y llena de tinieblas. Entonces Dios dijo: “Que haya luz”. El registro del evangelio describe la salvación como siendo iniciada por la entrada de una nueva Luz al mundo (Juan 1:4-9). El estado de la humanidad en pecado es frecuente-mente descrito como una condición de tinieblas. Entonces entra el Salvador como “la luz del mundo”—una segunda luz, una nueva luz, y esta vez como una luz de salvación. Pablo realmente cita la actividad de Dios en el primer día de la semana de la Creación para describir cómo es que nuestro Salvador inició nuestra salvación: “Porque fue Dios el que dijo: ‘De las tinieblas brille la luz’, hizo brillar Su luz en nuestros corazones para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo” (2 Cor. 4:6). Como un paralelo a la creación del hombre a la imagen de Dios en el sexto día, Heb. 1:3 nos dice que Jesús era “la imagen de Dios”, una cita directa de Génesis 1. Pablo también llama a Jesús el “segundo Adán” y el “nuevo hombre”. Entonces, justo antes del evento de la Cruz, Jesús le dijo al Padre: “He terminado la obra que me diste para hacer” (Juan 17:4). Este lenguaje está sacado directamente de Génesis: Dios “terminó… Su obra… y descansó el séptimo día” (Gén. 2:1-2). Cuando Jesús fue a la Cruz y gritó: “Está consumado” (Juan 19:30). Él murió el viernes como el nuevo Hombre completo, descansando en la tumba el Sábado (Luc. 23:54-56).
Ahora estamos viviendo en el día del sexto milenio de lo que podemos llamar “la gran semana de tiempo”, durante la cual tenemos que “colocarnos el nuevo hombre” (Efe. 4:24) que fue creado como una obra terminada en Cristo. Cuando la iglesia llegue a la “medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efe. 4:13), entonces el día del sexto milenio va a terminar y el día del séptimo milenio va a comenzar (Apocalipsis 20).
El concepto de la semana milenial demuestra que estamos viviendo en el periodo transicional más significativo de la historia, esperando la formación de la imagen de Dios en el hombre como la plena realización de lo que fue alcanzado en la persona de Cristo. También demuestra que el Sábado es de un gran significado en la salvación/evangelio y también significativo como creación. El Sábado personifica la Creación original, y también es profético de la forma final que la humanidad completamente redimida va a tomar.
Es el gran esquema de la verdad a la cual señalan Levítico 25 y 26. Perder todo esto a favor de una difícil extrapolación de una maldición de 2.520 años, es perder, creo yo, todo el asunto.

¿Y qué sucede con el continuo?
En tu carta levantas el tópico del “continuo” en el libro de Daniel. Yo he dejado deliberadamente este tópico para el fin, porque no quería que nos desviáramos de la abundante claridad de los puntos anteriores.
También quiero ser absolutamente claro que yo veo tu posición sobre el continuo como una posición totalmente aceptable a ser sostenida dentro de los parámetros de un Adventismo histórico viable. Aun cuando aquí voy a ofrecer algunas razones de por qué yo creo en otra posición que es más sana bíblicamente, te voy a conceder que un caso legítimo puede ser hecho a favor de la posición que tú apoyas. Todo lo que pido es que tú me escuches en oración y que genuinamente trates de entender los puntos que ahora voy a colocar con respecto al continuo.

La Posición de Ellen White.-
El primer punto que quiero tocar es la afirmación de que (1) Ellen White claramente tomó la posición de que el continuo es el paganismo y (2) por lo tanto uno tiene que negar la autoridad del Espíritu de Profecía para poder tomar el punto de vista de que el continuo es la ministración de Cristo.
Si este fuese el caso, Ellen White no habría hecho la siguiente declaración:

“Tengo palabras que presentar a mis hermanos de los cuatro puntos cardinales. Pido que mis escritos no sean usados para definir cuestiones sobre las cuales ahora hay mucha controversia. Ruego a los pastores Haskell, Loughborough, Smith, y otros de nuestros hermanos dirigentes que no hagan referencia a mis escritos para sostener sus puntos de vista sobre ‘el continuo’.
Se me ha presentado que no es un tema de importancia vital. Se me ha instruido que nuestros hermanos están cometiendo un error al magnificar la importancia de la diferencia en los puntos de vista que se sostienen. No puedo consentir que ninguno de mis escritos sea tomado para definir este asunto. El verdadero significado de “el continuo” no ha de convertirse en una piedra de toque. Ahora pido que mis hermanos del ministerio no usen mis escritos en sus argumentos en cuanto a esta cuestión [el continuo], pues no he recibido instrucción sobre este punto en discusión y no veo necesidad de la controversia. El silencio es elocuencia acerca de este asunto en las condiciones actuales”. 1MS:193.

En esta declaración de 1910 vemos que:

  1. Ella no quería que sus escritos fuesen usados para dirimir el asunto del continuo.
  2. Claramente algunos de estos hermanos que estaban argumentando sobre el continuo (específica-mente aquellos que tomaron la posición del paganismo) estaban usando sus escritos para dirimir el asunto. El único segmento de sus escritos que ellos pudieron haber usado sería la declaración encon-trada en Primeros Escritos (RH, 11-01-1850). Esta es la declaración que tu y otros usan para sostener la posición del paganismo, lo cual es exactamente lo que ella le dijo a Haskell y a Smith que no hicieran.
  3. Ella claramente declara que Dios no le había dado luz sobre “el punto bajo discusión”, el cual era si el continuo es el paganismo o la ministración de Cristo. Esto excluye el concluir por cualquier posición a partir de su declaración de 1850. Más específicamente, la declaración de 1850 no dice que Dios le hubiese mostrado que la posición del paganismo fuese la correcta, tal como es afirmado por sus sostenedores.

Su declaración de 1910 citada anteriormente levanta una pregunta natural:

¿Qué, entonces, quiso decir ella con su declaración de 1850 cuando dijo: “el Señor le dio el punto de vista correcto sobre esto [el continuo] a aquellos que dieron el grito de la hora del juicio”?

Al leer la declaración de 1850 en su contexto, el asunto se vuelve perfectamente claro:

“Entonces vi en relación con el ‘continuo’ (Dan. 8:12) que la palabra ‘sacrificio’ había sido provista por la sabiduría humana, y no pertenece, al texto, y que el Señor dio el sentido correcto a los que proclamaron que había llegado la hora del juicio. Mientras existió la unión, antes de 1844, casi todos aceptaban la opinión correcta acerca del ‘continuo’; pero en la confusión reinante desde 1844 se han aceptado otras opiniones, y como consecuencia han entrado tinieblas y confusión”. PE:74-75; RH, 11-01-1850.

Aquí es donde los que apoyan el paganismo generalmente se detienen al leer y entonces proceden a establecer su punto de vista. Pero observe lo que ella sigue diciendo:

“El Señor me mostró que el tiempo no ha sido una prueba desde 1844, y que el tiempo nunca más va a ser una prueba. Luego me fueron señalados algunos que están en gran error al creer que tienen el deber de ir a la vieja Jerusalén, y piensan que tienen una obra que hacer allí antes que venga el Señor. Una opinión tal tiende a apartar la mente y el interés de la obra que actualmente hace el Señor bajo el mensaje del tercer ángel; porque los que piensan que todavía tienen que ir a Jerusalén fijarán sus pensamientos en esto, y privarán de sus recursos a la causa de la verdad presente para transportarse a si mismos y llevar a otros allí. Vi la razón por la cual fueron dejados en este gran error, es porque no han confesado ni abandonado sus errores, en los cuales han estado durante varios años en el pasado” RH, 11-01-1850.

Cuando leemos ese segundo párrafo, la luz inmediatamente aparece. Vemos que ella no se estaba dirigiendo al continuo, si era el paganismo o la ministración de Cristo. Esa pregunta no estaba de ninguna manera en su radar, ni siquiera era un punto de controversia en esta primera etapa del Movimiento del Advento. En vez de eso, ella se estaba refiriendo a aquellos que estaban colocando nuevas fechas para la segunda venida de Cristo y enseñando que los santos tenían que irse a Jerusalén para esperar Su venida, manteniendo así el punto de vista que el santuario a ser purificado y el continuo eran de alguna manera una referencia a algún santuario terrenal y su servicio. Por contraste a este punto de vista, después de la gran desilusión, los primeros creyentes del Advento sostuvieron que la profecía de los 2300 días/años apuntaba al santuario celestial, y no a uno terrenal. De aquí su comentario que la palabra sacrificio había sido añadida por los traductores y que tenía que ser removida. Ellos sostuvieron, por lo tanto, que todos los esfuerzos para colocar nuevas fechas para el término de la profecía de los 2300 días/años, y todos los esfuerzos para darle a la profecía un foco terrenal sobre algún tipo de servicio sacrificial en Jerusalén, estaban errados.

El punto de vista de Ellen White en su declaración de 1850 es que todos los primeros pioneros del Advento estaban unidos en estos “puntos de vista correctos” no terrenales del continuo. Esto incluiría a O.R.L. Crosier, el cual, al comienzo del Movimiento del Advento, colocó las bases para la perspectiva de que el continuo era la ministración de Cristo en el santuario celestial (Ver O.R.L. Crosier, The Day-Star, Extra, 7 de Febrero de 1846). En relación al artículo de Crosier, Ellen White tiene lo siguiente para decir:
“Yo creo que el santuario a ser purificado a fines de los 2300 días, es el templo de la Nueva Jerusalén, del cual Cristo es el ministro. El Señor me mostró en visión, más de un año atrás, que el hermano Crosier tenía la verdadera luz, sobre la purificación del santuario, y que era su voluntad, que el hermano Crosier escribiera la visión que él nos dio en el DayStar, Extra, del 7 de Febrero de 1846. me siento totalmente autorizada por el Señor, a recomendar ese Extra, a cada santo” (Una Palabra al Pequeño Rebaño, página 12).

Si Ellen White había tomado la posición que el continuo era el paganismo, no habría estado capacitada para recomendar el artículo de Crosier. El claro hecho del asunto es este: el gran asunto en boga durante este histórico periodo era si el santuario a ser purificado era terrenal o celestial, y si nuevas fechas debían ser colocadas. Ella y los pioneros del Advento, todos estaban claramente tomando la posición que el santuario a ser purificado era el templo celestial en el cual Cristo estaba ministrando como nuestro Sumo Sacerdote. Si el continuo era el paganismo o la ministración de Cristo no era una preocupación para ella en ese instante. Claramente Dios no le había revelado cuál perspectiva era verdadera o falsa. En su propio contexto, lo que ella llamó el “punto de vista correcto” del continuo en 1850 fue simplemente que no tenía ninguna aplicación a ninguna fecha futura ni a ninguna actividad de algún templo en Jerusalén, que fuesen preparatorias para el segunda Advento. Por lo tanto, ella podía decir a fines de 1910 en su declaración que ella “no tenía ninguna instrucción sobre el punto en discusión”, si el continuo era el paganismo o la ministración de Cristo.
Yo entiendo y aprecio tu deseo de levantar el Espíritu de Profecía, pero ignorar la declaración de 1910 de Ellen White en relación al continuo, y también fallar en reconocer el contexto de su declaración de 1850, no es racional ni le hace justicia al claro intento de Ellen White.
Hay un cuarto punto comentado en la declaración de 1910 de Ellen White. Ella dice: “Este no es un asunto de vital importancia. He sido instruida que nuestros hermanos están cometiendo un error al magnificar la importancia de la diferencia de los puntos de vista sostenidos… El verdadero significado del continuo no debe constituir una prueba”.

¿Por qué ella diría esto, ya que el continuo hace parte de las profecías cruciales de Daniel?
Yo creo que la respuesta radica en el hecho que ambas posiciones sobre el continuo están esencialmente correctas en el punto de vista histórico que ellos desarrollaron.

¿El papado tomó la posición vacante dejada por Roma pagana?
Sí.
¿El papado se interpuso a sí mismo entre los corazones de los hombres y la ministración de Cristo?
Sí.

Ambos puntos de vista son verdaderos. ¿Así es que, qué es lo que ganamos al “magnificar la importancia de la diferencia en los puntos de vista que son sostenidos”? A decir verdad, no ganamos nada, porque ambas interpretaciones ven sucediendo la misma cosa básica — esto es, el papado como un falso sistema cristiano que llega a la prominencia en la posición dejada vacante por Roma pagana.
Teniendo en cuenta su declaración de 1910, solo podemos concluir que no es sabio ser estridente o polarizado sobre el continuo. Lo mejor que podemos hacer es reconocer que ambas posiciones tocan puntos de vista históricos vitales, presentes en lo que nosotros creemos son los méritos de cualquier punto de vista que sostengamos, y no hacer de nuestra posición una prueba. Algunos que apoyan la posición del paganismo van mucho más allá, sugiriendo que su posición es la que Ellen White confir-mó y que cualquiera que tome la otra posición la está rechazando su autoridad inspirada y que por lo tanto está destruyendo el Adventismo. Este claramente no es el caso.
En el espíritu de su consejo sobre este tópico, voy a ofrecer ahora lo que yo creo son algunos puntos de vista bíblicos fuertes a favor de la posición de que el continuo es la ministración de Cristo.

Uso Bíblico de Tamid.-
Cuando llegamos al estudio del continuo, el primero y el punto más obvio que observamos es que la palabra es usada en todas las Escrituras para referirse a la obra salvadora de Dios.
En el Hebreo del Antiguo Testamento, el continuo es tamid. Significa: “estirar, continuación, regular, constante” (Strong Nº 8548). La palabra se traduce por continuamente 53 veces, continuo 26 veces, diariamente 7 veces, siempre 10 veces, alguna vez 3 veces, perpetuo 2 veces, empleo continuo 1 vez, eternamente 1 vez y nunca 1 vez.
En la gran mayoría de sus usos, tamid está asociado con el santuario de Dios y por lo tanto con la obra de salvación de Cristo. Debido a la fuerza de este padrón bíblico en su registro, es importante leer el siguiente conjunto de versículos.
En relación con la ofrenda quemada:
“Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: Dos corderos de un año, cada día, continuamente”. Éxo. 29:38, KJV.
“Esto será un holocausto continuo durante vuestras generaciones, a la entrada del tabernáculo de la congregación, ante el Señor, donde me reuniré con vosotros para hablaros”. Éxo. 29:42, KJV.
“Además de la ofrenda quemada mensual, y su ofrenda de carne, y la ofrenda quemada diaria, y su ofrenda de carne, y sus ofrendas bebibles, de acuerdo a su manera, como olor agradable, un sacrificio hecho por fuego para el Señor”. Núm. 29:6, KJV.
Con relación a los panes de la proposición:
“Para el pan de la Presencia, y para la ‘continua’ ofrenda de carne, y para la continua ofrenda quemada, de los sábados, de las nuevas lunas, de las festividades, y para las cosas santas y por las ofrendas por el pecado para hacer una expiación por Israel, y por toda la obra de la casa de nuestro Dios”. Neh. 10:33, KJV.
“Y pondrás sobre la mesa el pan de la Presencia ante mí continuamente”. Éxo. 25:30.
“Sobre la mesa de la Presencia extenderán el paño azul, pondrán sobre ella las escudillas, cucharas, copas y tazas para libar. El pan continuo estará sobre ella”. Núm. 4:7.
“He aquí construyo una casa al nombre del Señor mi Dios, para consagrársela, para quemar incienso aromático ante él, para colocar continuamente el pan de la Presencia, para las ofrendas quemadas de mañana y de tarde, los sábados, y en las nuevas lunas y en las fiestas solemnes del Señor nuestro Dios; esta es una ordenanza perpetua en Israel”. 2 Crón. 2:4.

Con relación a la luz del candelabro:
“Manda a los hijos de Israel, que te traigan aceite puro de oliva, para mantener las lámparas siempre encendidas”. Éxo. 27:20.
“Manda a los hijos de Israel, que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas prensadas, para que las lámparas estén encendidas de continuo. Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de la congregación, Aarón la aderezará para que arda de continuo, día y noche, ante el Señor. Es precepto perpetuo por todas vuestras generaciones”. Lev. 24:2-3, KJV.
Con relación al pectoral del sacerdote:
“Aarón llevará sobre su corazón los nombres de los hijos de Israel, en el pectoral del juicio sobre su corazón, cuando entre en el lugar santo, para memoria ante el Señor continuamente”. Éxo. 28:29.
“Y pondrás en el pectoral del juicio el Urim y el Tumim, para que estén sobre el corazón de Aarón cuando entre ante el Señor. Y Aarón llevará siempre el juicio de los hijos de Israel sobre su corazón ante el Señor continuamente”. Éxo. 28:30.

El Concepto en el Libro de Hebreos:
Entonces el padrón se convierte en algo aun más fuerte cuando llegamos al libro de Hebreos. Aquí encontramos que el lenguaje y el concepto de tamid o continuo es llevado al Nuevo Testamento para cubrir el continuo, sin parar, siempre suficiente ministerio de Cristo como nuestro sacrificio y mediador:
“Estas cosas eran ordenadas así: En la primera parte estaban siempre los sacerdotes a cumplir los ofi-cios del servicio de Dios”. Heb. 9:6.
“Todo sacerdote ministra cada día y ofrece muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados”. Heb. 10:11.
“Porque la Ley es sólo una sombra de los bienes venideros, no las realidades mismas. Por eso, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen de continuo cada año, dar la perfección a los que se allegan”. Heb. 10:1.
“Que no tiene necesidad cada día, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo. Esto lo hizo una sola vez para siempre, cuando se ofreció a sí mismo”. Heb. 7:27.
“Pero como Jesús permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable. Por eso puede también salvar eternamente a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder por ellos”. Heb. 7:24-25.
La claridad de este padrón lingüístico es difícil de ser ignorado. Básicamente lo que tenemos delante de nosotros es un consistente uso de continuo (tamid) para describir la obra de Cristo como nuestro Salvador en el Antiguo Testamento y entonces tenemos un lenguaje paralelo en el Nuevo Testamento aplicado de la misma manera.
Así, por lo menos, aquellos que adoptan el punto de vista del paganismo debieran apreciar que aquellos que adoptan el punto de vista de la ministración de Cristo no debieran extraerlo del aire. La idea del continuo (tamid) perteneciendo a las cosas de Dios es consistente a lo largo de toda la Biblia. Una fortaleza similar textual no puede ser colocada a favor del punto de vista del paganismo.
En vista de este padrón en todas las Escrituras, los de la posición del paganismo nos piden que cam-biemos radicalmente de dirección con relación al uso del continuo (tamid). Repentinamente, se nos dice, en Daniel, que la palabra ahora significa paganismo. Uno no puede menos que observar que el salto está fuera de sincronismo con el uso general de tamid en la Escritura. Honestamente, hacerlo parece ser algo forzado.

El Continuo en Daniel 8.-
Ahora voy a llamarte la atención a tres puntos clave en relación al continuo en Daniel 8:

1.- Una simple comparación de textos paralelos en Daniel 8 y Apocalipsis 13 demuestra que el continuo pertenece al reino de Dios, no al paganismo.
2.- El flujo contextual de Daniel 8:11-14 revela que el santuario asociado con el continuo en el versículo 11 es el mismo santuario que necesita ser restaurado en el versículo 14, dejando claro que ambas referencias al santuario pertenecen a Dios, y que por lo tanto el continuo también pertenece a Dios, y no al paganismo.
3.- El continuo en Daniel 8:10-13 ocurre como un ítem en una lista de cuatro ítems adicionales bajo el ataque papal, y todo eso le pertenece a Dios, sugiriendo fuertemente que el continuo también le per-tenece a Dios.

Comparando Daniel Con Apocalipsis.-
En la interpretación del paganismo del continuo, el “santuario” asociado con el continuo en Daniel 8:11 es necesariamente vista como un templo pagano de alguna especie, o como el sistema de adora-ción pagana en general. En este caso el texto se leería de la siguiente manera:
“Él [el papado] se engrandeció hasta el Príncipe del ejército, y por él [esto es, por el papado] el conti-nuo [paganismo] fue quitado, y el lugar de su [del paganismo] santuario fue echado por tierra [por el papado]” (Dan 8:11).
En la interpretación que mira el continuo como la ministración de Cristo, el “santuario” en Daniel 8:11 es visto como el santuario de Dios en el cielo, y el texto se lee de la siguiente manera:
“Él [el papado] se engrandeció a sí mismo hasta el Príncipe del ejército, y por él [esto es, por el papa-do] el continuo [la ministración celestial de Cristo] fue quitada, y el lugar de su [de Cristo] santuario fue echado por tierra” (Dan 8:11).
Se han realizado tremendos esfuerzos para apoyar la primera interpretación. Se entiende que mucho depende de qué manera las Escrituras nos guían aquí. Es autoevidente que si el santuario del cual se habla en este versículo de Daniel se pudiera comprobar que pertenece a Cristo, entonces el punto de vista del paganismo del continuo fallaría significativamente en este punto crucial. Es sorprendente cuán simple es poder comprobar esto.
No hay ninguna duda que Daniel 8 y Apocalipsis 13 son pasajes proféticos paralelos. Punto por punto, cada uno describe las actividades del papado al subir al poder y reinar durante 1260 años. Si nosotros simplemente leemos el siguiente pasaje paralelo en Apocalipsis, queda claro cuál santuario está sien-do designado como estando bajo el ataque en Daniel 8:
“Él [el papado] abrió su boca en blasfemia contra Dios, para blasfemar Su nombre, y Su tabernáculo, y a los que habitan en el cielo” (Apoc. 13:6).
Con esto, inmediatamente brilla la luz. Juan explícitamente indica que el tabernáculo (santuario) bajo ataque pertenece a Dios y a los que “habitan en el cielo”. No tendría ningún sentido que el santuario de Daniel, a través de la misma historia narrativa, sea un templo pagano de alguna especie y que después en Juan en la historia del santuario, éste le perteneciera a Dios. Debido a que en el Apocalipsis el templo explícitamente le pertenece a Dios, es inevitable que el santuario de Daniel 8:11 también le pertenezca a Dios.

El Flujo Contextual de Daniel 8:11-14.-
El asunto se vuelve aun más fuerte cuando tomamos en consideración el flujo contextual lógico de Daniel 8:11-14.
“Aun contra el Príncipe del ejército se engrandeció, y quitó el continuo; y el lugar de su Santuario fue echado por tierra. A causa de la prevaricación, el ejército y el continuo le fueron entregados. Echó por tierra la verdad, y prosperó en todo lo que hizo. Entonces oí a un santo que hablaba, y otro santo le preguntó: ‘¿Hasta cuándo durará la visión del continuo, de la prevaricación asoladora, y del pisoteo del Santuario y del ejército?’ Y él respondió: ‘Hasta 2300 días de tardes y mañanas. Entonces el San-tuario será purificado’”.
Todos concuerdan que el santuario que necesita ser purificado en el versículo 14 pertenece a Dios. Pero debe observarse que el hecho que necesite ser purificado tal como lo expresa el versículo 14, se refiere al hecho que ha sido contaminado tal como lo expresa el versículo 11. Claramente, el santua-rio que es atacado por el cuerno pequeño en el versículo 11 es aquel que necesita ser restaurado en el versículo 14.
La fuerza de este flujo contextual es fortalecida cuando observamos la conversación entre ambos án-geles que ocurre en los versículos 13 y 14. El primer ángel pregunta: “¿Hasta cuándo?” La pregunta está relacionada con las acciones adversas del cuerno pequeño contra Dios, Su pueblo, Su verdad y Su santuario. El ángel que responde lo hace con la profecía de los 2300 días/años. Así, se nos dice en esta conversación angélica que esperemos que al final de la profecía de los 2300 días/años, los actos del cuerno pequeño serán analizados. ¿Y cuáles el punto focal de la rectificación?

“El santuario será purificado”.

¿Cuál santuario?

El santuario de Dios es claramente el centro de la preocupación, no un santuario pagano.
Eso interrumpe la dirección histórica de la narrativa porque el santuario bajo ataque (versículo 11) y el santuario a ser restaurado (versículo 14) son dos santuarios diferentes, especialmente si el primero tiene que ser visto como un templo pagano y el segundo como el templo de Dios. En ese caso, el pasaje se leería en esta forma incoherente:

• El cuerno pequeño va a hacerle cosas malas al santuario del paganismo.
• “¿Por cuánto tiempo va a continuar esto?” pregunta un ángel.
• Otro ángel responde: “Al final de la profecía de los 2300 días/años el santuario de Dios va a ser purificado”.
¿Qué? ¿Por qué se produce esa desconexión, y por qué la preocupación angélica por un santuario pa-gano pisoteado? ¿Y por qué y con qué buenos fines la purificación del santuario de Dios rectifica la si-tuación para el paganismo?
Hace mucho más sentido histórico y profético, y se encaja mucho mejor con la línea histórica del Apo-calipsis, entender que el santuario bajo ataque y el santuario a ser restaurado son uno y el mismo santuario:
• El cuerno pequeño va a hacerle cosas malas al santuario de Dios.
• “¿Por cuánto tiempo va a continuar esto?” pregunta un ángel.
• Otro ángel responde: “Al final de la profecía de los 2300 días/años el santuario de Dios va a ser purificado”.

Con esta lectura, llegamos ahora a Apocalipsis y encontramos congruencia con Daniel 8:11-14. Juan está mostrando que el papado, a través de su falso sistema doctrinal, ha “blasfemado” el “nombre” de Dios y de “Su tabernáculo” (Apoc. 13:8). La respuesta de Dios viene en la forma de un nuevo mo-vimiento de verdad que surge en el escenario de la historia. Paralelo a la purificación del santuario en Daniel 8:14, vemos el nacimiento del Movimiento del Advento en Apocalipsis 10 y 11. A medida que el “templo de Dios” es “abierto en el cielo”, ellos ven ahí “el Arca de Su pacto” (11:19). A través de estudio y de fe ellos entran en el Lugar Santísimo, y el santuario celestial que ha sido eclipsado por el sistema papal ahora es redescubierto. A medida que miran con atención en los oscuros misterios del santuario de Dios, es formado un cuerpo de verdad: la inmutable Ley de Dios, el Sábado, la reserva de libre perdón en el propiciatorio, la obra mediadora de nuestro Sumo Sacerdote celestial sin ningún impostor humano entre medio, la hora del juicio—todo eso es traído a la luz y el día de la restauración ha llegado. El sistema de Dios de salvación ha estado bajo ataque a través de un sistema falso de interposición, pero en 1844 aparece un nuevo movimiento en el escenario de la historia para restaurar la verdad.
Así es como se lee la historia en Daniel y Apocalipsis.

El Continuo Ocurre en una Lista de Cinco Ítems Que Pertenecen a Dios.-
También es crucial observar que el echar por tierra el continuo ocurre en una lista de ítems que están bajo ataque del papado, y todos esos ítems claramente pertenecen a Dios. Daniel dice que el papado (el cuerno pequeño) ejecutaría las siguientes acciones:

1. El papado “creció hasta el ejército del cielo y arrojó por tierra a algunos del ejército y a algunas de las estrellas, y las pisoteó”.
2. El papado se “exaltaría a sí mismo tan alto como el Príncipe del ejército”.
3. “Y a través de él [el papado] el continuo fue quitado”.
4. “Y el lugar de Su [del Príncipe] santuario fue echado por tierra”.
5. Y “debido a la transgresión, le fue dado un ejército al cuerno [el papado] para oponerse al continuo y echar por tierra la verdad”.

Es difícil no observar que el papado estás siendo mostrado aquí como conduciendo su ataque contra Dios, Su pueblo, el Príncipe del pueblo de Dios, Su santuario y Su verdad, y entonces observar que el continuo cae en esta lista de ítems que pertenecen a Dios.
Por favor, observe también que la acción papal contra el continuo es llamada “transgresión”, una palabra que se refiere a violar a Dios y a quebrar Su ley. Si interpretamos el continuo como el paganis-mo, entonces estamos obligados a ver la transgresión en el versículo 12 como una transgresión contra el paganismo que tiene que ser rectificado por la purificación del santuario de Dios en el versículo 14, lo cual no tiene ningún significado histórico, escatológico o teológico.
En vez de eso, el continuo y el santuario que son echados por tierra están asociados con “la verdad” que también es echada por tierra. El echar por tierra la verdad es una descripción resumida que incluye todo el daño hecho por el cuerno pequeño. Y el paganismo no se califica para estar colocado en la categoría de “la verdad”.

Tanto la profecía como la historia que se convirtió en su cumplimiento sostiene que el sistema papal oscureció la mediación de Cristo en el santuario celestial colocando un falso sacerdocio “cristiano” en su lugar. Todo el contexto y flujo de Daniel 8 es que el cuerno pequeño ha difamado a Cristo colocando un falso sistema de salvación. Las características y los actos de esta falsificación son listados a se-guir. El papado:

• blasfema contra Dios (con su falso sistema doctrinario),
• persigue al pueblo de Dios (por coerción y restringiendo la libertad de conciencia),
• desplaza el continuo (oscurece el sacerdocio celestial de Cristo colocando un falso sacerdocio terre-nal en su lugar),
• echa por tierra el santuario (colocando un sistema terrenal de santuario),
• echa por tierra la verdad (colocando en el mundo un falso camino de salvación, el cual está incluido en el sistema total listado arriba).

En vista de todas estas acciones, un ángel hace la pregunta:

¿Cuándo van a ser vencidas estas poderosas acciones contra Dios, Su pueblo, y la verdad que es desafiada?
Otro ángel responde: “Hasta 2300 días, entonces el santuario será purificado”.
Está claro entonces que la purificación del santuario es la respuesta al programa del cuerno pequeño. El Movimiento del Advento provisto y provee la respuesta debido a su recuperación de las verdades oscurecidas por el papado y por dirigir la fe del mundo al verdadero santuario de la salvación.
Este flujo contextual a mí me parece muy claro, prestándole un gran peso a la interpretación del continuo como perteneciendo al paquete de ítems que Daniel asocia con Cristo.
Tu sugieres que existe una línea lógica de necesaria conexión entre tomar el punto de vista que el continuo es la ministración de Cristo y una inhabilidad para entender el significado de 1844 y la doctrina del santuario, aun cuando no defines cómo necesariamente sería esa línea de conectividad.
Pero este simplemente no es el caso.
Primero, cuando la controversia sobre el tópico estaba difundiéndose rápidamente a comienzos de los 1900, Ellen White dijo, en su declaración de 1910, que: “Me ha sido presentado que este no es un asunto de vital importancia. He sido instruida que nuestros hermanos están cometiendo un error al magnificar la importancia de la diferencia en los puntos de vista que están sosteniendo… No veo necesidad para la controversia”. Ella claramente no vio ningún grave peligro teológico en ninguno de los dos puntos de vista. Ciertamente si tomamos el punto de vista que el continuo es la ministración de Cristo, eso conduciría a un rechazo de la doctrina del santuario, ella habría discernido ese peligro y habría advertido al respecto. Pero ella nunca lo hizo.
Segundo, yo y varios otros Adventistas hemos encontrado que lo opuesto es el caso. Tomando la posición que el continuo se refiere a la ministración de Cristo, eso guía nuestra lógica en la dirección de afirmar la doctrina del santuario y discernir la crucial importancia de 1844 como el comienzo de un movimiento cuya misión es restaurar el foco de las mentes humanas en el salvador ministerio de Cristo en el santuario celestial.
El punto vital total de Daniel 8 es que un poderoso sistema ha practicado y prosperado en echar por tierra el santuario, el continuo y la verdad, exaltando a sí mismo por sobre Cristo a los ojos de la humanidad. Pero aun hay buenas nuevas: al final de la profecía de los 2300 días/años, en 1844, el santuario celestial y el ministerio de Cristo serán restaurados al mundo. Serán colocadas fuerzas en movimiento para la purificación del santuario. Contrario a comprometer la doctrina del santuario, este punto de vista magnifica su significado.

En Conclusión.-
Gracias, Jeff, por tu consideración en oración de los puntos de vista que yo he colocado aquí y los puntos previos que he colocado en mi estudio previo titulado: Una Evaluación de los 2.520. Aprecio mucho que me hayas escuchado. Nuevamente, creo que eres un honesto estudiante de la Biblia.
También creo, sin embargo, que sería sabio de tu parte que humildemente colocaras tus ideas teológicas más divergentes delante de hermanos que estén fuera del círculo de los tuyos, que sean suficientemente estudiosos y bíblicamente letrados como para ofrecerte una crítica válida. Una vez que un hombre ha hecho público un punto de vista que difiere de la posición del cuerpo, se puede volver muy difícil a descartar ese punto de vista aun cuando se presenten puntos de vista válidos contra él. Hay seguridad en someter al estudio colectivo del cuerpo y especialmente en buscar a aquellos que son capaces de ofrecerte ideas desafiadoras significativas a nuestras ideas.
Simplemente rechazar mis objeciones sobre los 2520 afirmando, tal como lo hiciste en tu correo electrónico, que me falta discernimiento y que soy incapaz de razonar de causa a efecto, no fortalece tu posición a los ojos del pueblo que discierne y que puede razonar de causa a efecto. Simplemente me gustaría señalar que ya sea que me falte discernimiento o no, aun así he señalado varios puntos que merecen respuesta.
¡Que el Señor te bendiga ricamente en tu estudio de Su Palabra!
En Cristo,
Ty Gibson

Traducido por eme1888@gmail.com
Difundido por KolorionStudio
Déjalo correr como hojas de Otoño.

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