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La Voz de la Ironia

Es Interesante como la profecia Brilla

Apocalipsis 13:11-14 Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14 Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.

PD: Claramente para los que estudian la profecía sabemos que Esta Bestia NO ES WALLSTREET sino que es Estados Unidos pero claramente hablar de WALLSTREET es hablar de el Capitalismo de Estados Unidos. Recordemos que los cuernos de una Bestia segun la Biblia significan Poderes, Reinos, Reyes… Y Claramente reconocemos que Dos PODERES son los que levantaron a Estados Unidos al Nivel de Super Potencia. Estos son el Republicanismo y el Protestantismo los cuales transformaron a EE.UU. en la tierra de la libertad que fue habitada por todos aquellas almas anhelantes de un futuro (por eso cuernos como de cordero), Sin embargo luego que se levanto como una Bestia Humilde como cordero… comenzó hablar palabras como Dragón.

Tu sabias esto? yo no… sera que habrá sido bombardeado con alguna idiologia?

José Carreño

Para el cardenal Joseph Alois Ratzinger sólo había verdades absolutas y de hecho sería difícil hallar alguna controversia católica de los últimos 20 años en la que no haya estado involucrado

Pero esas opiniones pueden variar ahora que es el papa Benedicto XVI, dice el analista John Allen, autor de la biografía Cardenal Ratzinger: el vigilante de la fe , que en su libro describe al religioso como “el zar doctrinal” de la Iglesia católica.

De hecho, Ratzinger podría ser visto como un conservador que ve la Iglesia como un punto de referencia permanente en un mundo frecuentemente necesitado de guía, y eso implica creencias fundamentalistas.

Según Allen, el cardenal Ratzinger creía que donde la Iglesia no ofrece un sistema de valores alternativos, donde se compromete con el Estado o la cultura, deja de tener la capacidad de proteger la libertad.

Pero al mismo tiempo, las acciones de Ratzinger como prefecto de la Congregación por la Doctrina de la Fe [nuevo nombre de la Inquisicion] , definida como la oficina vigilante de la ortodoxia, es una de dureza doctrinal e incluso de intransigencia.

El biógrafo considera que esa forma de ser y actuar y, por tanto, su visión de la Iglesia y la moralidad, tienen raíces en la experiencia personal de Ratzinger, que fue testigo, en su niñez, del ascenso del Partido Nazi y vivió como adolescente sus consecuencias.

Como seminarista fue brevemente enrolado en las Juventudes Hitlerianas a principios de los 40, aunque nunca fue miembro del Partido Nazi. En 1943 fue enlistado en una unidad antiaérea que resguardaba una planta de BMW fuera de Munich y después fue enviado a la frontera de Austria con Hungría para construir trampas para tanques. Tras ser enviado de regreso a Bavaria desertó y cuando la guerra terminó era prisionero de guerra de EU.

“Bajo Hitler, Ratzinger dijo que vio a los nazis retroceder y distorsionar la verdad. Sus mentiras acerca de judíos, sobre la genética fueron más que ejercicios académicos. La gente murió por millones debido a ellas. El servicio de la Iglesia a la sociedad, concluyó Ratzinger, es mantener verdades absolutas que funcionen como marcadores de límites”, escribió Allen.

De acuerdo con el autor, ya como autoridad eclesiástica, Ratzinger “marcó rayas en la arena y usó las herramientas de su oficina sobre muchos que cruzaron las líneas… sea una profilaxis necesaria o una abierta jugada de poder, sus esfuerzos para limitar la disensión han dejado la Iglesia más golpeada, más dividida, que en cualquier otro tiempo desde el final del (concilio) Vaticano II”. Continuar leyendo

Antibióticos: ¿Sanación para hoy, enfermedad para mañana?

via: fayerwayer

Cuando chico más de alguna vez me sugestioné con que alguna de las basuras que me echaba a la boca podría engendrar en mi estómago un bicho como los de Alien y no me gustaba nada la idea. Algo similar podría estarnos sucediendo a causa del exceso de consumo de antibióticos. Es que abundan las recetas y la automedicación, generando no sólo bichos en extremo resistentes sino que también alteraciones permanentes en la microbioma bacterial.

Y si son antibióticos, pensamos que en definitiva son algo bueno para el organismo, pero no necesariamente. Los medicamentos recetados para eliminar una infección, también es probable que maten algunos de nuestros microorganismos beneficiosos más importantes. Uno tendería a pensar que luego de desaparecer los agentes contaminantes con el período de antibióticos, los microbiomas vuelven a su estado inicial, pero no sería tan así. Para nada.

Martin Blaser, del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, sostiene en una editorial publicada en Nature que nuestras bacterias intestinales se ven afectada de manera permanente tras los ciclos de antibióticos. Pero no se queda ahí. Además en su argumento postula que el impacto es tan profundo que sería momento de considerar la opción de no darle antibióticos nunca más a niños bien chicos y mujeres embarazadas.

“Evidencia preliminar de mi laboratorio y otros da luces de que, algunas veces, nuestra amigable flora nunca se recupera por completo. Estos cambios a largo plazo en la bacteria benéfica dentro de los cuerpos de las personas podría incluso aumentar nuestra susceptibilidad a infecciones y enfermedades”, explica Blaser.

“El uso excesivo de antibióticos (en especial en temprana edad) podría estar aumentando el fuerte aumento de condiciones como la obesidad, diabetes tipo 1, inflamación intestinal, alergias y asma, que en muchas partes ha crecido a más del doble”, agrega el médico investigador.

Entonces, desde su punto de vista se concluye que cuando un menor está enfermo, no debiéramos asistirlo con el medicamento que sabemos que le ayudará a mejorar, porque a la larga le podría hacer peor.

¿Comulgan con esta idea?

+info:http://www.wired.com/wiredscience/2011/08/killing-beneficial-bacteria/

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