Así funciona el financiamiento estatal a las campañas electorales
No todos lo saben, pero en Chile las campañas electorales no se financian solo con los dineros de los propios candidatos, sus partidos y colaboraciones externas, sino que el Estado también aporta a este proceso a través de la Ley N°19.884, sobre Transparencia, Límite y Control de Gasto Electoral. Como se expone en su Artículo 13, “durante la campaña electoral, el Estado financiará y reembolsará los gastos electorales en que incurran los candidatos y los partidos”, de acuerdo a cantidades, proporciones y formas que se detallan en artículos siguientes.
Dicho traspaso de dinero se realiza a través de dos etapas. La primera es la de Anticipo, que se lleva a cabo al inicio del período de campaña, y en donde cada partido inscrito que presenta candidatos, tiene derecho a que el Estado le pague el dinero equivalente al número de sufragios obtenidos en la última elección de igual naturaleza, multiplicado por tres centésimas de unidad de fomento. La segunda etapa es la del Reembolso, realizada una vez hecha la elección, y en donde a través de una ecuación similar a la del Anticipo se establece la cantidad que corresponde devolver a los partidos por concepto de gastos hechos durante la campaña, a la que se le resta la que ya fue adelantada por el Fisco.
Basándonos en la Ley de Transparencia, decidimos entonces solicitar al Servicio Electoral (SERVEL) que nos informara cuánto es lo que este año se ha entregado por concepto de Anticipo a los partidos políticos y candidatos independientes que participan de estas Municipales 2012. Acá los dejamos con algunas interesantes cifras.
Gabriel Salazar: “La abstención no es sólo escapismo, sino que implica una crítica, un rechazo a participar de este modelo”
El Premio Nacional de Historia señaló que “si hubiera habido un abstencionismo del 60%, sin que existiera un movimiento social en juego, yo diría que se trata de flojera, de no tener ganas, de escapismo, pero un abstencionismo de ese porte, que va acompañado de movimientos sociales que están en acción, tanto los estudiantes como las organizaciones territoriales del sur y del norte, es que no es sólo flojera, no sólo escapismo, sino que implica una crítica, un rechazo a participar de ese modelo”.
Con invitados ad hoc a los tiempos que vive el país y al contenido del libro, este martes 30 de octubre, Gabriel Salazar lanzó su nuevo libro, “Los Movimientos Sociales en Chile: trayectorias históricas y proyección política”, en el Teatro del Puente, en compañía del Presidente de la Fech, Gabriel Boric y Lautaro Guanca, dirigente poblador y presidente del Partido Igualdad, quienes comentaron y recomendaron su nuevo libro, como herramienta de discusión que el historiador y Premio Nacional de Historia pone justamente a disposición de los movimientos sociales que bullen en Chile.
Salazar que presentó este libro a dos días de una de las más importantes elecciones desde el fin de la dictadura de Pinochet agregó respecto a la abstención, que “en los 20 años de la concertación y los que lleva este gobierno, es la profundización de una misma crisis, que en parámetros históricos es uno de los más altos que se han dado en la historia de Chile”.
Cuando los movimientos sociales que afloraron en los últimos años, se enfrentan a la contingencia de las elecciones, es inevitable la discusión y el debate en torno a esta herramienta. “Lo que ocurre es que como los sistemas dominantes siguen funcionando, no han sido cambiados, entonces imponen sus reglas, sus prácticas y entre ellos están las elecciones”, dijo Salazar, distinto a las prácticas políticas de los movimientos sociales “popular, ciudadana, soberana, desde las bases y ese modo no necesariamente se define o se juega en las urnas”.
Y respecto a las reacciones desaforadas de los partidos tradicionales y el gobierno, Salazar plantea que ellos están entendiendo de a poco lo que ocurre, pero “si entienden bien, significa que van a quedar en cesantía política y como eso no les gusta, tienen que defenderse y tienen que tratar de alguna manera de anticiparse, haciendo ellos mismo propuestas como lo que ya se está viendo, desde hacer participar a la ciudadanía, acercarse a la gente, incluso otros que quieren convocar ellos mismos a una asamblea constituyente”. Para Salazar, esto implica “que tienen que tomar las mismas banderas del movimiento social, para intentar volar sobre él”.
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