La visión de una mujer discapacitada: ¿Colaborar con la Teletón? No gracias
Como ya es costumbre nos vemos bombardeados en televisión, prensa escrita, Internet, las calles se llenan de letreros, los autos pintan su vidrio trasero, y de un minuto a otro todo Chile se coloca la camiseta que dice: yo soy solidario.
Se acerca en las próximas semanas el show televisivo y la vulneración de derechos de las personas en situación de discapacidad más grande que se ha conocido en los medios de comunicación, la famosa Teletón.
Hace un par de semanas atrás la Organización de las Naciones Unidas hizo un llamado que muchas de las personas en situación de discapacidad, familias, parejas y amigos, estábamos esperando. El llamado de la ONU fue claro, preciso y al hueso: “Promueve estereotipos de las personas con discapacidad como objetos de caridad y no como sujetos de derecho”…
Preparándonos para la nueva Teleton!!
Este es el “choclo Delano”, amigo personal de Sebastian Piñera, presidente (renunciado) del directorio de la “Fundacion” Teleton, dueño de Isapre Vida Tres, Banmedica y Penta vida denunciadas por discriminar a Pacientes riesgosos a traves de listas negras incluso a los discapacitados, miembro del Directorio de ICARE, consejero en la Universidad del Desarrollo, asesor del directorio de la Fundacion Paz ciudadana y miembro del directorio en: Fundacion imagen de Chile, Penta Security, Clinica Santa Maria, Clinica Davila,Clinica las Condes, Help, Banco Penta, Lan Airlines, feria ganadera de Osorno, Banco de Chile,Azul-Azul, Bolsa de comercio de Santiago, ademas es Tio de Ernesto Silva, presidente de la UDI.Con un patrimonio de varios miles de millones este “emprendedor” es financista de LA UDI y de, nada mas y nada menos, que del señor “buenas practicas” ANDRES VELASCO…en la foto con otro Farsante de la Caridad.
Recuerden que se viene Otra Teleton y te pedirán dinero a ti y a tu familia para evadir impuestos, ganar comisiones e intereses bancarios, pagarse jugosos sueldos por las 27 horas de amorssssh y repartir porcentajes de lo recaudado al señor Kreutzberguer y a su hijo (dueño de la productora de la Teleton)…no olviden sentirse solidarios regalandoles dinero a estos reptiles de sangre fría que usan el drama de muchas familias para recaudar dineros frescos , lavar el sucio, lavar la imagen y paralizar a un país teniendo en sus bolsillos dinero suficiente para financiar la Teleton de por Vida sin recurrir a la caridad de un pueblo ingenuo, las tareas de la teleton siempre debieron ser estatales pero en dictadura se abandono esa obligación y se le “encomendó” a este grupo de abyectos empresarios adueñarse del espíritu solidario de un pueblo que aun cree que Don Francisco es buena persona y que el destino de la teleton y sus pacientes depende de sus miserables donaciones.
fuente:plp.cl
Las 8.733 horas de insolidaridad de Chile
Este año no le daré tan duro a la teleton ergo me gusto mucho esta nota de una persona con discapacidad física (PcD), se los dejo para crear conciencia para los otros días del año, me gusta como la ley en chile se cumple al pie de la letra:
La ley 19.284 para la “Plena Integración Social de las Personas con Discapacidad” aprobada en Chile el año 1990, señala expresamente en su artículo segundo, que LA PREVENCIÓN DE LAS DISCAPACIDADES y LA REHABILITACIÓN ES UN DEBER DEL ESTADO CHILENO Y UN DERECHO INHERENTE DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD.
Cada año nos venden las 27 horas de amor como una forma de salvarnos de la “desgracia” que vivimos los protagonistas de esta “cruzada solidaria”. Que donando plata y comprando los productos que apoyan esta campaña durante las 27 incuestionables horas estaremos protegidos, como una suerte de seguro de vida en el caso de que te toque quedar discapacitado u ¡horror!, te nazca un hijo con alguna condición.
¿Qué pasa las otras 8.733 horas del año donde la Persona con Discapacidad (PcD) no cuenta con los accesos necesarios para su desplazamiento, donde no encuentra trabajo, donde la señora que va al gimnasio usa el estacionamiento reservado, y donde no hay acceso a sillas de rueda ni bastones para no videntes? Habría que poner cámaras de tv en las calles para ver la solidaridad que se da día a día en nuestra sociedad.
La Teletón ¡Que Verguenza! – Sergio Solis
Bueno todos los que siguen el blog desde sus inicios saben que no comulgo con la idea de la TELETON (una herramientas para limpiar el rostro de empresas siendo de que sacan jugosas ganancias y lucro, tampoco de la farandulización, y por sobre todo la externalizacion del acto de la solidaridad… compra compara que así eres solidario). Uno de los aspectos importantes de porque una teleton? es tocado en este articulo donde aun se puede demostrar que con una REAL solidaridad podríamos ayudar mucho más… no tiene perdida. Por favor leanlo.
Hace ya varias semanas que no he podido tener una conversación larga con mi abuela. Está cada día más delicada y ella se cuida mucho.
Ayer la encontré instalada frente al televisor. Los sábados por la tarde ella, por lo general, está leyendo algún libro o jugando bridge con un programa de computador que le regalé hace un par de años.
Estaba bastante absorta en las imágenes que mostraban la historia de superación de varios niños y sus atribulados padres. Sus ojos estaban más brillosos que de costumbre.
¿Fuiste ya al banco para hacer tu aporte? me preguntó apenas me senté a su lado.
Todavía no he ido, le contesté. Tú sabes que siempre voy tarde.
Abrió su bolso y me entregó un cheque. Siempre me ha llamado la atención que ella no ha perdido la noción del valor del dinero y que aún maneja su cuenta corriente (no ha sido posible que use tarjetas de crédito o transferencias electrónicas).
Guardé su cheque y puse atención a la televisión. Leonardo Favio cantaba “Ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora”. ¡Perdón, era un imitador!, no cualquiera, era don Francisco y lo hacía muy bien.
Pregunté si alguno de mis hijos pequeños me quería acompañar al banco, y al no recibir respuestas positivas, partí a la sucursal más cercana. Estaba bastante lleno de personas haciendo sus aportes. Debí buscar un talón de depósito. Lo obtuve desde un mesón y saqué el cheque que me había entregado mi abuela. No lo podía creer: el aporte de mi abuela era varias veces el mío.
Me asaltó un ataque de vergüenza y mejoré el mío. Pensé que si ella, que tiene ingresos bastante menores hacía ese esfuerzo, yo no podía ser tan poco generoso (igual el de ella fue mucho más que el mío).
Llegué a la caja y pasé los cheques con los talones. El cajero verificó las cantidades y me pasó un puñado de “pulseras de Teletón” (yo había pensado pedirle tres y recibí más de quince).
Cuando volví a casa, mi abuela estaba llorando.
Pensé que el motivo era el programa cargado de emoción que en ese instante se transmitía. Igual le pregunté: abuela, ¿qué te ocurre?
Tengo mucha rabia, me contestó. La Teletón estaba muy bien cuando partió. Éramos un país pobre. Hoy no es posible que este país no sea capaz de entregar los recursos necesarios para resolver los problemas de esta fundación. ¡Son apenas 36 millones de dólares por año!
Abuela. El país siempre cumple la meta. Siempre entrega los dineros necesarios.
Me quedó mirando y exclamó: ¡Por favor, me refiero a que el Estado debe entregar los recursos suficientes para esta fundación!
Abuela. El Estado no tiene dinero para todos los requerimientos de la población. Has visto lo de educación. Son miles de millones de dólares. Es probable que para resolver tanto requerimiento sea necesaria una reforma tributaria.
Me quedó mirando, sacó su calculadora y fue repitiendo: somos 17 millones de chilenos; si al 80% más pobre no le pedimos nada, y al 20 % más rico le pedimos un dólar por mes por persona, tendríamos 40,8 millones de dólares por año. Más que la meta de la Teletón.
Luego de su cálculo me tranquilicé. Se disiparon mis dudas respecto al monto de su donación. Mi abuela sabe cuánto vale el dinero.
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