Día: 16 de noviembre de 2011

Texto Clave: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.”

Daniel 3:17,18

Actividades: Lee Daniel Cap. 3 completamente

1.- Según Daniel 3: ¿Qué mandó a construir Nabucodonosor?

2.- ¿Por qué crees tú que lo hizo? (considera Daniel 2)

3.- ¿Qué métodos usaría para lograr que todos se postrasen?

4.- ¿Todos se postraron según el Rey?

5.- Si había otros judíos en La corte de Babilonia ¿Por qué solo nombran a tres?

6.- ¿Qué respondieron los 3 Judíos? (usa tus palabras)

7.- ¿Cómo reacciono el rey?

8.- ¿Qué paso con los que arrojaron a los judíos?

9.- ¿Qué vio el rey luego?

10.- Según tú ¿Quién era el otro personaje? (medítalo porque lo estudiaremos más adelante)

11.- Qué actitud tomo luego Nabucodonosor

12.- ¿Qué decretó?

Complementario: lee Mateo 14:1-12; Lucas 7:24-30. Según la historia que Mateo registra de Juan el Bautista siervo de Dios fue exaltado por Jesús mismo en sus palabras. Sin embargo Juan el Bautista no así como los jóvenes de Daniel este padeció la muerte y Dios no intervino para salvarle.

Algunas veces este comportamiento de Dios no suele entenderse correctamente. Ya que esperamos que Dios valore como nosotros valoramos esta vida terrenal. Juan el Bautista ya había cumplido su misión y vio cumplidas las profecías con respecto al mesías. En los siguiente años de ministerio de Jesús el odio de los Fariseos iría en aumento y lo que le esperaba sería el calvario. Lo que le hubiera esperado a Juan vivir, si seguía vivo, era el dolor de ver morir a su Mesías y la persecución por parte de todos los Fariseos y quizás una tortuosa muerte. Esto lo deducimos ya que aún los fariseos habían acordado matar a Lázaro porque era un testimonio vivo del poder de Jesús (Juan 12:10)

De esta esta manera en la infinita sabiduría de Dios él escoge lo mejor para sus hijos ya que él sabe que tiene el poder de resucitar a sus hijos cuando el solo diga una palabra.