Nos estamos acercando al fin del tiempo. Me ha sido mostrado que los juicios retributivos de Dios ya están sobre la tierra. El Señor nos ha advertido de los acontecimientos que están por suceder. Resplandece la luz de su Palabra, y sin embargo, las tinieblas cubren la tierra y densa obscuridad los pueblos: “Qué cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina… y no escaparán”. 1 Tesalonicenses 5:3El Señor está eliminando sus restricciones de la tierra, y pronto habrá muerte y destrucción, aumento de la delincuencia, y crueles y malas acciones contra los ricos que se han ensalzado contra los pobres. Los que no tengan la protección de Dios no hallarán seguridad en ningún lugar o posición. Los agentes humanos se adiestran y usan su poder inventivo para poner en funcionamiento la maquinaria más poderosa para herir y matar.Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras y los rumores de guerras, la destrucción por fuego e inundación, dicen claramente que el tiempo de angustia, el cual irá en aumento hasta el fin, está cerca, a las puertas.Pronto se producirán entre las naciones graves dificultades, que no cesarán hasta que venga Cristo. Como nunca antes necesitamos unirnos para servir a Aquel que ha preparado su trono en los cielos, y cuyo reino rige sobre todos. Dios no ha abandonado a su pueblo, y nuestra fuerza estriba en no abandonarle a él. CPI 613
Mientras oigo noticias de las terribles calamidades que de semana en semana están ocurriendo, me pregunto: ¿Qué significan estas cosas? Los desastres más espantosos se están produciendo uno tras otro en rápida sucesión. ¡Con cuánta frecuencia oímos hablar de terremotos y tornados, de destrucción por incendio e inundación, con gran pérdida de vidas y propiedades! Aparentemente estas calamidades son estallidos caprichosos de fuerzas que se dirían desorganizadas y no reguladas, pero en ellas se puede leer el propósito de Dios. Son algunos de los medios por los cuales procura despertar a hombres y mujeres y hacerles sentir su peligro. CPI 646
En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre.—Manuscript Releases 3:315 (1897). EUD 25
Los juicios de Dios están en la tierra. Las guerras y los rumores de guerras, la destrucción por fuego e inundación, dicen claramente que el tiempo de angustia, el cual irá en aumento hasta el fin, está cerca, a las puertas. No tenemos tiempo que perder. El mundo está perturbado por el espíritu de la guerra. Las profecías del capítulo once de Daniel casi han alcanzado su cumplimiento final.— The Review and Herald, 24 de noviembre de 1904. {MB 141.5}
Desde entonces se han multiplicado los terremotos, las tempestades, los maremotos, las pestes, el hambre y las destrucciones por fuego y por inundación. Todas estas cosas, “la angustia de gentes” y “el temor” declaran que la venida del Señor se acerca. Cristo dijo, refiriéndose a quienes habrían de presenciar estas señales: “No pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Mateo 24:34, 35. UE 162
El Espíritu de Dios se está retirando de la tierra. Huracanes, tormentas, tempestades, fuego e inundación, desastres por tierra y mar se siguen uno tras otro en rápida sucesión. La ciencia busca explicar estas catástrofes. Las señales aumentan en derredor, indicando la cercanía del Hijo de Dios, aunque los hombres las atribuyen a cualquier otra causa. Muchos no disciernen al ángel centinela que refrena los cuatro vientos que se desatarán cuando los siervos de Dios hayan sido sellados. Pero cuando Dios ordene a sus ángeles soltar los vientos, se producirá una escena de contienda como ninguna pluma ha podido imaginar.Estamos en el mismo umbral de acontecimientos grandes y solemnes. La profecía se está cumpliendo rápidamente. El Señor está a la puerta. Pronto se iniciará un período de interés abrumador para todos los vivientes. Las controversias pasadas van a revivir y surgirán otras nuevas. Nadie sueña siquiera con las escenas que han de producirse en nuestro mundo. Satanás está trabajando por medios humanos. CT 318
Pero los siervos de Dios no deben confiar en ellos mismos en medio de esta gran emergencia. La secuencia de estos eventos venideros está en las manos de Dios. El mundo no carece de gobernante; la Majestad del cielo tiene en sus manos el destino final de las naciones y las preocupaciones de su iglesia…El que gobierna en los cielos es nuestro Salvador. Él vigila el fuego del crisol que ha de probar a cada alma. Cuando se derrumben las fortalezas de los reyes, cuando la destrucción caiga sobre los impíos, su pueblo tendrá la certeza de estar seguro en sus manos. Con paciencia han de dominar sus almas.Un futuro importante está delante de nosotros. Para confrontar las pruebas y tentaciones, para realizar los deberes, necesitaremos de gran fe y perseverancia. Pero, podemos triunfar gloriosamente, pues ninguno que vele, ore y crea caerá en las artimañas del enemigo. Todo el cielo está interesado en nuestro bienestar y espera que reclamemos sabiduría y fortaleza. En el tiempo de prueba que está delante de nosotros, la prenda de seguridad de Dios será colocada sobre quienes hayan guardado la palabra de su paciencia.—Manuscrito 100, 1893. CT 318
PARA EL FUTURO!!!
Vendrán calamidades, calamidades sumamente pavorosas, de lo más inesperadas; y estas destrucciones se sucederán unas a otras. Si se prestara atención a las amonestaciones que Dios ha dado, y si las iglesias se arrepintiesen y volviesen a ser fieles, entonces otras ciudades serían perdonadas por un tiempo. Pero si los hombres que han sido engañados continúan en el mismo camino en el cual han estado andando, sin prestar atención a la ley de Dios y presentando falsedades ante el pueblo, Dios permite que sufran calamidades, para que sus sentidos despierten.44 {MSV76 174.3}
Los juicios serán proporcionales a la maldad de la gente y a la luz de la verdad que han tenido. Si han tenido la luz, el castigo será de acuerdo con esa luz.45 {MSV76 174.4}Satanás interpreta a su manera los acontecimientos, y [los hombres influyentes] piensan, como él quiere, que las calamidades que azotan la tierra son resultado de la profanación del domingo. Creyendo aplacar la ira de Dios, esos hombres promulgan leyes para obligar a la gente a guardar el domingo. Piensan que al exaltar cada vez más ese falso día de reposo… están sirviendo a Dios. Los que honran a Dios al guardar el verdadero día de reposo son considerados desleales al Señor, cuando realmente son los que así los consideran los desleales, porque están pisoteando el día de reposo instituido en el Edén.46 {MSV76 174.5}
ES TIEMPO DE TRABAJAR, AYUNAR Y CAMBIAR.