+18 IMÁGENES FUERTES Y CHOCANTES…. SOLO PODEMOS CLAMAR PERDÓNALOS SEÑOR Y VEN PRONTO QUE ESTA TIERRA ESTA MANCHADA CON SANGRE A RIOS.
Pekín.- Unas fotos espeluznantes de una mujer joven tumbada junto a su bebé que había abortado a la fuerza, en su séptimo mes de embarazo, han causado indignación en China y en el mundo entero.
Imágenes que pretenden mostrar a la mujer y su bebé cubierto de sangre han conmocionado a grupos anti-aborto en China – y la indignación se está extendiendo en todo el mundo.
La madre, Feng Jianmei, declaró a medios de comunicación locales que forzosamente se inyectó un producto químico para inducir al aborto y dio a luz un niño muerto 36 horas después.
Debido a que ella ya tenía un hijo, afirmó Feng, las autoridades locales de control de natalidad le ordenaron que debía pagar una multa de 5.000 euros.
Ella admitió que no tenía ese dinero, por lo que un equipo local de planificación familiar de la provincia de Shannxi la recogió en su casa y la trasladó a un hospital para forzar su aborto.
Feng recuerda con horror que argumentó ante el departamento de planificación familiar exponiendo que no podía pagar la multa porque su suegra necesitaba dinero para un tratamiento contra el cáncer.
Fue entonces cuando, según ella, las autoridades comenzaron a planificar el aborto.
Feng Jianmei dijo que al menos de 20 empleados del departamento de planificación familiar llegaron a su casa y la arrestaron. Camino del hospital, la mujer trató de resistirse, pero llegó a ser golpeada.
En el hospital fue inmovilizada y se le inyectó una sustancia que fue letal para el feto. A ningún miembro de su familia se le permitió estar presente durante ese momento traumático.
Feng dijo que su suegro, cuando se enteró de que era conducida al hospital, corrió en su ayuda, pero se le impidió entrar en la sala de obstetricia.
En cuanto se difundieron las imágenes de Feng Jianmei junto a su hijo muerto, la indignación se apoderó de las redes sociales en China.
Chai Ling, activista de un grupo denominado ‘All Girls Allowed’ (Todas las Chicas Permitidas), en alusión a la tendencia oficial a abortar cuando se trata de un feto con sexo femenino, con sede en los Estados Unidos, declaró que “la historia de Feng demuestra cómo la política del hijo único sigue castigando a las mujeres con violencia cada día”.
Añadió que había hablado con Feng y con su marido, Deng Jiyuan, después del hecho, cuando este denunció que su esposa había sido llevada por la fuerza a un hospital y retenida hasta que se le administró una inyección.
La redes sociales están expresando su escándalo ante la descripción de los hechos, aunque las las autoridades negaron enérgicamente la versión de Feng.
Li Yuongjou, subjefe del Departamento de Familia en Ankang, declaró que “Feng no fue obligada a abortar “. “Algunos de nosotros intentamos instruirla al respecto y ella finalmente decidió abortar voluntariamente”. Añadió que en China el aborto está permitido hasta las 28 semanas (7 meses) de vida del feto.
Admitió, sin embargo, que en su ciudad no se había logrado alcanzar en los últimos dos años alcanzar el objetivo de hacer cumplir la política del hijo único, por lo que las autoridades había decidido actuar más enérgicamente, hasta alcanzar al 95 por ciento de la población embarazada con esta medida.
Medios locales informaron que lo más probable es que a Feng le fuera inyectada una sustancia denominada Lifannuo –un bactericida de gran efectividad-, usada a finales de los años 80 y principios de los 90, cuando las autoridades impusieron el límite de un solo hijo.
Se desconoce cómo se pudieron hacer las fotografías que muestran a Feng en su cama junto al niño muerto, pero los activistas chinos aseguran que están convencidos de su autenticidad.
> En las imágenes, Feng Jianmei, junto al bebé muerto.