Es difícil poder narrar este punto sin que usted mi estimado lector pueda concluir a través de mis palabras que yo creo fervientemente en lo que aquí escribo. Es fácil examinar los anteriores capítulos mostrando simplemente la información y la historicidad de lo que aconteció. Sin embargo lo que vamos a ver en este capitulo es el CENTRO de la creencia del ¨Pueblo que guarda los mandamientos de Dios y Tiene la FE de Jesús” (Apoc 14:12)
Para los que han escuchado los temas en la iglesia deben darse cuenta que en la iglesia comparto no en ORDEN temático sino como creo que edifica más a la concurrencia. Por tanto para los estudiantes más profundos de los que me ollen les servirá para completar el panorama completo del ciclo los estudios que acá coloco.
Hoy les hablare de lo que creó, mantuvo y le dió fuerza al movimiento de 1840. Y para esto es imposible no comenzar por Guillermo Miller y el movimiento millerita. Leamos Daniel 8:11-14 :
11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
UN AGRICULTOR íntegro y de corazón recto, que había llegado a dudar de la autoridad divina de las Santas Escrituras, pero que deseaba sinceramente conocer la verdad, fue el hombre especialmente escogido por Dios para dar principio a la proclamación de la segunda venida de Cristo. Como otros muchos reformadores. Guillermo Miller había batallado con la pobreza en su juventud, y así había aprendido grandes lecciones de energía y abnegación. Los miembros de la familia de que descendía se habían distinguido por un espíritu independiente y amante de la libertad, por su capacidad de resistencia y ardiente patriotismo; y estos rasgos sobresalían también en el carácter de Guillermo. Su padre fue capitán en la guerra de la independencia norteamericana, y a los sacrificios que hizo durante las luchas de aquella época tempestuosa pueden achacarse las circunstancias apremiantes que rodearon la juventud de Miller.
Poseía una robusta constitución, y ya desde su niñez dio pruebas de una inteligencia poco común, que se fue acentuando con la edad. Su espíritu era activo y bien desarrollado, y ardiente su sed de saber. Aunque no gozara de las ventajas de una instrucción académica, su amor al estudio y el hábito de reflexionar cuidadosamente, junto con su agudo criterio, hacían de cl un hombre de sano juicio y de vasta comprensión. Su carácter moral era irreprochable, y gozaba de envidiable reputación, siendo generalmente estimado por su integridad, su frugalidad y su benevolencia.A fuerza de energía y aplicación no tardó en adquirir bienestar, si bien conservó siempre sus hábitos de estudio. Desempeñó con éxito varios cargos civiles y militares, y el camino hacia la riqueza y los honores parecía estarle ampliamente abierto. Su madre era mujer de verdadera piedad, de modo que durante su infancia estuvo sujeto a influencias religiosas. Sin embargo, siendo aún niño tuvo trato con deístas, cuya influencia fue reforzada por el hecho de que la mayoría de ellos eran buenos ciudadanos y hombres de disposiciones humanitarias y benévolas. Viviendo como vivían en medio de instituciones cristianas, sus caracteres habían sido modelados hasta cierto punto por el medio ambiente. Debían a la Biblia las cualidades que les granjeaban respeto y confianza; y no obstante, tan hermosas dotes se habían malogrado hasta ejercer influencia contra la Palabra de Dios. Al rozarse con esos hombres Miller llegó a adoptar sus opiniones. Las interpretaciones corrientes de las Sagradas Escrituras presentaban dificultades que le parecían insuperables; pero como, al paso que sus nuevas creencias le hacían rechazar la Biblia no le ofrecían nada mejor con que substituirla, distaba mucho de estar satisfecho. Sin embargo conservó esas ideas cerca de doce años. Pero a la edad de treinta y cuatro, el Espíritu Santo obró en su corazón y le hizo sentir su condición de pecador. No hallaba en su creencia anterior seguridad alguna de dicha para más allá de la tumba. El porvenir se le presentaba sombrío y tétrico. Refiriéndose años después a los sentimientos que le embargaban en aquel entonces, dijo:
“El pensar en el aniquilamiento me helaba y me estremecía, y el tener que dar cuenta me parecía entrañar destrucción segura para todos. El cielo antojábaseme de bronce sobre mi cabeza, y la tierra hierro bajo mis pies. La eternidad – ¿qué era? y la muerte ¿por qué existía? Cuanto más discurría, tanto más lejos estaba de la demostración. Cuanto más pensaba, tanto más divergentes eran las conclusiones a que llegaba. Traté de no pensar más; pero ya no era dueño de mis pensamientos. Me sentía verdaderamente desgraciado, pero sin saber por qué. Murmuraba y me quejaba, pero no sabía de quién.
Sabía que algo andaba mal, pero no sabía ni donde ni cómo encontrar lo correcto y justo. Gemía, pero lo hacía sin esperanza.”
En ese estado permaneció varios meses. “De pronto – dice,- el carácter de un Salvador se grabó hondamente en mi espíritu. Me pareció que bien podía existir un ser tan bueno y compasivo que expiara nuestras transgresiones, y nos librara así de sufrir la pena del pecado. Sentí inmediatamente cuán amable había de ser este alguien, y me imaginé que podría yo echarme en sus brazos y confiar en su misericordia. Pero surgió la pregunta: ¿cómo se puede probar la existencia de tal ser? Encontré que, fuera de la Biblia, no podía obtener prueba alguna de la existencia de semejante Salvador, o siquiera de una existencia futura….
“Discerní que la Biblia presentaba precisamente un Salvador como el que yo necesitaba; pero no veía cómo un libro no inspirado pudiera desarrollar principios tan perfectamente adaptados a las necesidades de un mundo caído. Me vi obligado a admitir que las Sagradas Escrituras debían ser una revelación de Dios. Llegaron a ser mi deleite; y encontré en Jesús un amigo. El Salvador vino a ser para mí el más señalado entre diez mil; y las Escrituras, que antes eran obscuras y contradictorias, se volvieron entonces antorcha a mis pies y luz a mi senda. Mi espíritu obtuvo calma y satisfacción. Encontré que el Señor Dios era una Roca en medio del océano de la vida. La Biblia llegó a ser entonces mi principal objeto de estudio, y puedo decir en verdad que la escudriñaba con gran deleite. Encontré que no se me había dicho nunca ni la mitad de lo que contenía. Me admiraba de que no hubiese visto antes su belleza y magnificencia, y de que hubiese podido rechazarla. En ella encontré revelado todo lo que mi corazón podía desear, y un remedio para toda enfermedad del alma. Perdí enteramente el gusto por otra lectura, y me apliqué de corazón a adquirir sabiduría de Dios.” -S. Bliss, Memoirs of Wm. Miller, págs. 65 – 67.
Procurando poner a un lado toda opinión preconcebida y prescindiendo de todo comentario, comparó pasaje con pasaje con la ayuda de las referencias marginales y de la concordancia. Prosiguió su estudio de un modo regular y metódico: empezando con el Génesis y leyendo versículo por versículo, no pasaba adelante sino cuando el que estaba estudiando quedaba aclarado, dejándole libre de toda perplejidad. Cuando encontraba algún pasaje obscuro, solía compararlo con todos los demás textos que parecían tener alguna referencia con el asunto en cuestión. Reconocía a cada palabra el sentido que le correspondía en el tema de que trataba el texto, y si la idea que de él se formaba armonizaba con cada pasaje colateral, la dificultad desaparecía. Así, cada vez que daba con un pasaje difícil de comprender, encontraba la explicación en alguna otra parte de las Santas Escrituras. A medida que estudiaba y oraba fervorosamente para que Dios le alumbrara, lo que antes le había parecido obscuro se le aclaraba. Experimentaba la verdad de las palabras del salmista: “El principio de tus palabras alumbra; hace entender a los simples.” (Salmo 119: 130.)
Con profundo interés estudió los libros de Daniel y el Apocalipsis, siguiendo los mismos principios de interpretación que en los demás libros de la Biblia, y con gran gozo comprobó que los símbolos proféticos podían ser comprendidos. Vio que, en la medida en que se habían cumplido, las profecías lo habían hecho literalmente; que todas las diferentes figuras, metáforas, parábolas, similitudes, etc., o estaban explicadas en su contexto inmediato, o los términos en que estaban expresadas eran definidos en otros pasajes; y que cuando eran así explicados debían ser entendidos literalmente. “Así me convencí -dice- de que la Biblia es un sistema de verdades reveladas dadas con tanta claridad y sencillez, que el que anduviere en el camino trazado por ellas, por insensato que fuere, no tiene por qué extraviarse.” -Bliss, pág. 70. Eslabón tras eslabón de la cadena de la verdad descubierta vino a recompensar sus esfuerzos, a medida que paso a paso seguía las grandes líneas de la profecía. Ángeles del cielo dirigían sus pensamientos y descubrían las Escrituras a su inteligencia.
Tomando por criterio el modo en que las profecías se habían cumplido en lo pasado, para considerar el modo en que se cumplirían las que quedaban aún por cumplirse, se convenció de que el concepto popular del reino espiritual de Cristo -un milenio temporal antes del fin del mundo- no estaba fundado en la Palabra de Dios. Esta doctrina que indicaba mil años de justicia y de paz antes de la venida personal del Señor, difería para un futuro muy lejano los terrores del día de Dios. Pero, por agradable que ella sea, es contraria a las enseñanzas de Cristo y de sus apóstoles, quienes declaran que el trigo y la cizaña crecerán juntos hasta la siega al fin del mundo; que “los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor;” que “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos;” y que el reino de las tinieblas subsistirá hasta el advenimiento del Señor y será consumido por el espíritu de su boca y destruído con el resplandor de su venida. (S. Mateo 13: 30, 38-41; 2 Timoteo 3: 13, 1; 2 Tesalonicenses 2: 8.)
Miller encontró que la venida verdadera y personal de Cristo está claramente enseñada en las Santas Escrituras. San Pablo dice: “El Señor mismo descenderá del cielo con mandato soberano, con la voz del arcángel y con trompeta de Dios.” Y el Salvador declara que “verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y grande gloria.””Porque como el relámpago sale del oriente, y se ve lucir hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.” Será acompañado por todas las huestes del cielo, pues “el Hijo del hombre” vendrá “en su gloria, y todos los ángeles con él.””Y enviará sus ángeles con grande estruendo de trompeta, los cuales juntarán a sus escogidos.” (1 Tesalonicenses 4: 16; S. Mateo 24: 30, 27, 31; 25: 31, V.M.)
A su venida los justos muertos resucitarán, y los justos que estuvieren aún vivos serán mudados. “No todos dormiremos” -dice Pablo,- “mas todos seremos mudados, en un momento, en un abrir de ojos, al sonar la última trompeta: porque sonará la trompeta, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos mudados. Porque es necesario que este cuerpo corruptible se revista de incorrupción, y que este cuerpo mortal se revista de inmortalidad.” (1 Corintios 15: 51-53, V.M.) Y en 1 Tesalonicenses 4: 16, 17, después de describir la venida del Señor, dice: “Los muertos en Cristo se levantarán primero; luego, nosotros los vivientes, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos a las nubes, al encuentro del Señor, en el aire; y así estaremos siempre con el Señor.”
Estos y otros pasajes bíblicos probaron claramente a Miller que los acontecimientos que generalmente se esperaba que se verificasen antes de la venida de Cristo, tales como el reino universal de la paz y el establecimiento del reino de Dios en la tierra, debían realizarse después del segundo advenimiento. Además, todas las señales de los tiempos y el estado del mundo correspondían a la descripción profética de los últimos días. Por el solo estudio de las Sagradas Escrituras, Miller tuvo que llegar a la conclusión de que el período fijado para la subsistencia de la tierra en su estado actual estaba por terminar.
“Otra clase de evidencia que afectó vitalmente mi espíritu -dice él- fue la cronología de las Santas Escrituras…. Encontré que los acontecimientos predichos, que se habían cumplido en lo pasado, se habían desarrollado muchas veces dentro de los límites de un tiempo determinado. Los ciento y veinte años hasta el diluvio(Génesis 6:3); los siete días que debían precederlo, con el anuncio de cuarenta días de lluvia (Génesis 7:4); los cuatrocientos años de la permanencia de la posteridad de Abrahán en Egipto (Génesis 15:13); los tres días de los sueños del copero y del panadero (Génesis 40:12 – 20) ; los siete años de Faraón (Génesis 41:28 – 54) ; los cuarenta años en el desierto (Números 14:34) ; los tres años y medio de hambre (1 Reyes 17:1) [véase S. Lucas 4:25];…los setenta años del cautiverio en Babilonia (Jeremías 25:11);los siete tiempos de Nabucodonosor (Daniel 4:13 – 16) ; y las siete semanas, sesenta y dos semanas, y la una semana, que sumaban setenta semanas determinadas sobre los judíos (Daniel 9:24 – 27); todos los acontecimientos limitados por estos períodos de tiempo no fueron una vez más que asunto profético, pero se cumplieron de acuerdo con las predicciones.” -Bliss, págs. 74, 75.
Por consiguiente, al encontrar en su estudio de la Biblia varios períodos cronológicos, que, según su modo de entenderlos, se extendían hasta la segunda venida de Cristo, no pudo menos que considerarlos como los “tiempos señalados,” que Dios había revelado a sus siervos.” “Las cosas secretas”-dice Moisés-“pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre,” ” y el Señor declara por el profeta Amós que “no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” (Deuteronomio 29: 29; Amós 3: 7, V.M.) Así que los que estudian la Palabra de Dios pueden confiar que encontrarán indicado con claridad en las Escrituras el acontecimiento más estupendo que debe realizarse en la historia de la humanidad.
“Estando completamente convencido -dice Miller- de que toda Escritura divinamente inspirada es útil [2 Timoteo 3:16]; que en ningún tiempo fue dada por voluntad de hombre, sino que fue escrita por hombres santos inspirados del Espíritu Santo [2 Pedro 1:21], y esto ‘para nuestra enseñanza’ ‘para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza’ [Romanos 15:4], no pude menos que considerar las partes cronológicas de la Biblia tan pertinentes a la Palabra de Dios y tan acreedoras a que las tomáramos en cuenta como cualquiera otra parte de las Sagradas Escrituras. Pensé por consiguiente que al tratar de comprender lo que Dios, en su misericordia, había juzgado conveniente revelarnos, yo no tenía derecho para pasar por alto los períodos proféticos.” -Bliss, pág. 75. (C.S. cap. Profecia Significativa)
De esta manera el versículo de Daniel 8:14 Brilló en su mente asi como para otros después de 1798, cuando el “Poder que Hecho por tierra la Verdad” fue “Herido de Muerte” y se perdió en el estudio de las Profecias de Daniel y Apocalipsis. Asi pudo interpretar de manera correcta usando Apocalipsis como la llave de “revelación” para entender las profecías de Daniel y descubrir que Daniel podía comprenderse. Que usando el principio de Día por año podía calcularse la fecha Exacta cuando “EL SANTUARIO SERIA PURIFICADO” y en su comprensión cuando la tierra seria purificada del pecado con la segunda Venida de Cristo.
Quisiera poder explicaros la “Profecia de las 2300 tardes o mañanas” sin embargo lo are de modo simple puesto que llevo tambien paralelamente un estudio de DANIEL donde entraremos detalladamente a estudiar esto a profundidad. Sin embargo la respuesta a las 2300 tardes y mañana la encontramos en el principio de interpretacion rebelado a los profetas del antiguo testamento (Numeros 14:34 ; Ezequiel 4:6) donde según la respuesta de Dios cada día profetico corresponde a un año. De esta manera cuando Miller llego al capitulo de Daniel 9 logro comprender que la respuesta del angel en Daniel 9:24-27 (leamos)
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador.
(versículo 24) De esta manera entiende que 70 semanas (490 años) están “determinadas” (sacadas de una porción más grande en su literal en hebreo) para el pueblo de Israel, La ciudad de Jerusalem y para que termine la prevaricación contra la verdad (transgresión de la ley) y poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer justicia y iniciar el conteo de los 2300 años de profecía biblia para el futuro y Ungir (bautizar) Al SANTO DE LOS SANTOS (El Mesias). Todo esto pasaría durante los 490 años)
(versículo 25) Desde la orden de Artajerjes, rey de Persia, para restaurar y reedificar Jerusalén, fue dada en 457 ant. de J.C. (Daniel 9:25; Esdras 6:1, 6-12.) pasarian 70 semanas. Durante 7 años el Muro seria edificado en tiempo angusticio como lo relata (Esdras y Nehemias). La reconstrucción y restauración de Jerusalén se terminó al fin de los primeros 49 años de la profecía de Daniel.
(versículo 26) despues 62 semanas más. (69 semanas=483 años) apareceria el mesias y este perdería la Vida pero no por culpa suya si no que le quitarian la Vida. Y Luego de eso vendría la destrucción del santuario en Jerusalem. Jesús fue ungido del Espíritu Santo en ocasión de su bautismo. (S. Mateo 3:16; Hechos 10:38.)
(versículo 27) Despues de la aparicion del Mesias (Bautismo de Jesus) habra misericordia por 7 años más (una semana) y en esta semana a la mitad (después de 3 años y medio) terminara el sistema de Sacrificios en el Santuario (muerte de Jesus por el pecado y por tanto no hay mas necesidad de muerte de animales en el santuario). Y después de la semana se pondrá en marcha el desolador para destruir Jerusalem. El Mesías Príncipe fue cortado a la mitad de la semana, cuando fue crucificado, en el año 31 de nuestra era y desde la muerte de Esteban, el Evangelio fue a los gentiles. (Daniel 9:24; Hechos 7:54-56; 8:1.) De 457a.C. al tiempo de los gentiles(34d.C.) son 490 años.
De esta manera con fecha de inicio del 457 a.C. Se calcula el Fin de los 2300 tardes y Mañanas en el 22 de Octubre año 1843 d.C. para la fechas de la fiesta de expiación segun el calendario Hebreo.
Muchos recibieron el mensaje gozosos al convencerse por medio de la escritura, otros quedaron escépticos esperando más información, otros repudiaron el mensaje y echaron de sus iglesias a los que creian en el, otros simplemente por el miedo de un juicio cercano se enrolaron en las filas.
Para 1840 eran muchos estudiantes y predicadores en diferentes partes de EE.UU. y ellos entendieron que el mensaje contenido en Apocalipsis 14 debia ser dado antes de que Cristo volviera. El Mensaje de los 3 angeles.
En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general. Dos años antes, Josías Litch, uno de los principales ministros que predicaban el segundo advenimiento, publicó una explicación del capítulo noveno del Apocalipsis, que predecía la caída del imperio otomano. Según sus cálculos esa potencia sería derribada “en el año 1840 de J. C., durante el mes de agosto”; y pocos días antes de su cumplimiento escribió: “Admitiendo que el primer período de 150 años se haya cumplido exactamente antes de que Deacozes subiera al trono con permiso de los turcos, y que los 391 años y quince días comenzaran al terminar el primer período, terminarán el 11 de agosto de I 840, día en que puede anticiparse que el poder otomano en Constantinopla será quebrantado. Y esto es lo que creo que va a confirmarse.’ -Josías Litch, en Signs of the Times, and Expositor of Prophecy, 11 de agosto de 1840.
En la fecha misma que había sido especificada, Turquía aceptó, por medio de sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso así bajo la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió exactamente la predicción. (Véase el Apéndice.) Cuando esto se llegó a saber, multitudes se convencieron de que los principios de interpretación profética adoptados por Miller y sus compañeros eran correctos, con lo que recibió un impulso maravilloso el movimiento adventista. Hombres de saber y de posición social se adhirieron a Miller para divulgar sus ideas, y de 1840 a 1843 la obra se extendió rápidamente.
De esta manera entendiendo Apocalipsis 9 con el sistema de día por año Josias Litch de manera precisa pudo calcular las fecha donde el Imperio Otomano dejaría de ser un poder con la facultad de dirigirse a su antojo y causar males a las naciones Romanas gracias ala expresión bíblica “para la hora, día, mes y año” (Apo 9:15) con lo cual pudo calcular que este imperio duraría 391 años y 15 días.
Se comprende como el cumplimiento de esta profecía cuando el emisario turco, Rifat Bey, llegó a Alejandría con las condiciones de la Convención de Londres para establecer la sucesión de Egipto y Siria que habían quedado vacantes con la muerte del sultán Mahmud II. En ese día también los embajadores de las cuatro potencias europeas firmantes de ese tratado de Londres (Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia), recibieron del sultán un comunicado en donde les preguntaba sobre las medidas que debían ser tomadas en algo que afectaba tanto a su imperio. Se le dijo que “se había hecho provisión”, pero que no podía saber cuál era. Litch interpretó que estos eventos constituían un reconocimiento de parte del gobierno turco de que había desaparecido su poder independiente.
Con esto muchos de los incrédulos se convirtieron ya que el sistema de día por año fue comprobado y profetizaron un gran evento antes que sucediera. Muchos borrachos dejaron el alcohol para orar por sus almas, los dueños de licorerías las cerraron, los ricos dieron sus dineros, los fatuos volvieron de sus caminos. Cada día confesaban sus pecados como si fuera su ultimo día en la tierra. Convencidos de este mensaje otros dejaron sus campos, universidades y vida secular para salir de pueblo en pueblo como predicadores errantes a llamar a un pueblo a prepararse para la venida de su maestro.
Sin embargo la fecha de 1843 llegó y no ocurrió nada… fue ahí donde revisaron la profecía y se dieron cuenta que habían cometido un gran error no era 1843 sino que era 1844 cuando Cristo volveria y comenzaron a “Predicar el Clamor de Medianoche” de Mateo 25 porque el esposo se demoraba en volver de las bodas. Este podoros Movimiento logro despertar a muchos de su letargo espiritual.
No obstante el espíritu de profecía (el mismo espíritu Santo) intento advertir que había algo mal con esta interpretación profetica (antes de 22 de Octubre de 1844) anunciando a Hasen Foss una visión (dos meses antes) donde se le mostraba al movimiento millerita caminando a la ciudad de Dios esta les hubiera salvado del gran “Chazco” sin embargo reuso dar la advertencia. Antes en 1842 el don fue ofrecido a Guillermo Foy, Afro-americano (de color), MinistroBautista, de 25; recibió dos visiones que se referían a la pronta venida de Jesús y al viaje del pueblo de Dios a la santa ciudad. Foy las predicó hasta cerca del 22 de octubre de 1844, época en que recibió una tercera visión que representaba la obra de los tres ángeles de Apocalipsis 14, que al no comprenderla se negó a transmitirla a un pueblo que la estaba necesitando. Lamentablemente el don profético fue traspasado a otra persona y el al poco tiempo murió. Asi descubrieron amargamente que la expresión “Purificación del Santuario” no se refería a la Tierra a través del gran Chazco.
Sin embargo la historia no termina ahi. Muchos estudiaron en busca de la verdad y con oración y dolor descubrieron que Cristo tardaria en venir puesto que la “Purificación del Santuario” se referia al Santuario que aparece en Apocalipsis y en Hebreos y como se le dijo a Moisés cuando construyo el Santuario terrenal copia del modelo que le fue mostrado en el Cielo (Hebreos 8:2, 9:24; Apo 11:19; Exo 25:40; 26:30; Num 8:4; Hechos 7:44, Hebreos 8:5). De esta manera comprendieron que Nuestro “Gran Sumosacerdote” (Heb 10:27) entro en el lugar Santisimo así como hace 1810 años había entrado en Los Santos Lugares (Lugar Santo Heb 10:9 version SRV) .
ESTE GRAN CHASCO saco de las filas a los fanáticos, a los que se convirtieron por miedo a los castigos, abandonaron las filas los que no tenían un corazón sincero. Así los pocos los que siguieron por FE a Cristo en el lugar Santo y vivieron la experiencia practica del mensaje de los 3 Angeles y entonces pudieron entrar a las experiencia del lugar santísimo al lugar que la profecía y el estudio bíblico les había abierto.
Comprendieron que el plan de salvación tenia otra etapa más el cual era BORRAR los pecados ahora del trono de Dios, declarar justo a los Santos y condenar a la Bestia (Daniel 7:10) un juicio investigativo donde finalmente SATANAS recibiría los pecados de pueblo y dejado finalmente en una tierra desierta (Lev 16:10; Apoc 20) donde recibiria la sentencia final al final de los 1000 años.
AQUELLOS QUE CAMINARON POR FE recibieron la confirmación gracias a HIRAM EDSON donde en visión vio entrar a Cristo del Lugar Santo al Lugar Santisimo.
Pudieron obtener de forma practica la luz del señor para su era montándose en una plataforma segura donde luego de 1844 comenzara la proclamación especial de un conjunto de verdades reveladas en los tiempos pasados a todos los pasados pueblos de Dios. (educación, alimentación, lugar de morada y trabajo misionero).
Quiere Dios que usted lector pueda haber comprendido un poco más de la historia de la “VERDAD” la cual a sido depositada en diferentes edades en un remanente. Y pueda usted seguir esta verdad por donde quiera que Va. En el próximo capitulo profundizaremos sobre la experiencia del lugar santísimo y la experiencia del mensaje de los 3 Angeles vividos por el movimiento millerita.