El misterioso pueblo que tiene la mayor longevidad de Estados Unidos
En un mundo en el que el costo de la epidemia de obesidad iguala al del tabaco y los conflictos armados, es sorprendente encontrar una comunidad que no se ajusta a esta tendencia.
El pueblo de Loma Linda, en California, Estados Unidos, se encuentra en un paisaje urbano de restaurantes de comida rápida y pequeños comercios. Pero este lugar tiene un envidiable récord de habitantes que viven hasta edades muy avanzadas y sin enfermedades crónicas.
Diversos estudios han mostrado que los habitantes de este pueblo viven hasta 10 años más que la mayoría de los estadounidenses, y gozan de mejor salud en la vejez. La razón de esta extraordinaria longevidad podría residir en su fe.
Alrededor de la mitad de los 24.000 habitantes del pueblo son miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Se trata de una comunidad cristiana evangélica que sigue unas reglas estrictas de alimentación, ejercicio y descanso.
“Los datos son claros, han sido publicados y revisados”, dice Wayne Dysinger, director del departamento de Medicina Preventiva en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda.
“No hay duda que la gente con un estilo de vida como el suyo vive más años”, explica Dysinger.
Dieta y ejercicio
Loma Linda está unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles. A principios del siglo XX, los fundadores de la Iglesia Adventista del Séptimo Día adquirieron propiedades en la zona.
Harvard elimina la leche y demás lácteos de la dieta saludable (#Slowpoke)
Debido a que “un alto consumo de estos alimentos aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario”.
La Escuela de Harvard de Salud Pública eliminó la leche de su guía de alimentación saludable, llamada Healthy Eating Plate, sustituyéndola por agua, preferentemente.
Con esto, Harvard envió un mensaje fuerte al USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) y expertos en todo el mundo con el lanzamiento de su guía, misma que reemplaza la pirámide alimenticia.
Los expertos en nutrición e investigadores de la universidad la realizaron, basada en una nutrición sana, libre de la presión política y grupos de la industria que podrían verse afectados.
La mayor prueba de ello es la ausencia total de productos lácteos, debido a que “un alto consumo de estos alimentos aumenta significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y cáncer de ovario”.
En su guía Healthy Eating Plate también mencionó que los altos niveles de grasas saturadas en la mayoría de los productos lácteos y los componentes químicos de su producción les hace un alimento para evitar.
Deben ser sustituidos por hortalizas como lechuga, coliflor, brócoli, entre otros, y granos de diversas especies, para producir el calcio necesario y de calidad.
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