REAGAN Y LA SANTA ALIANZA – Un Padrino en las Sombras
2004
A raíz del reciente fallecimiento de Ronald Reagan, que fuera presidente de Estados Unidos de 1981 a 1989, se han publicado numerosos artículos valorando su figura y su época (la era Reagan). Veinte años después de sus mandatos, cierta perspectiva histórica nos permite discernir con más claridad la importancia de su administración y de su legado.
La trascendencia de este presidente se concreta sobre todo en dos aspectos de su gestión: en el ámbito internacional, la erosión a la que sometió al bloque soviético, que terminaría con su disolución, y en el ámbito económico la recuperación definitiva del modelo neoliberal con sus peculiares rasgos de “keynesianismo de derechas” (incremento del gasto público ligado al complejo militar, junto a una reducción drástica de la fiscalidad). Dos líneas de actuación muy vinculadas entre sí y relacionadas con otras tendencias no menos definitorias de la era Reagan: me refiero al impulso decisivo de la revolución neoconservadora, con sus dimensiones nacionales e internacionales (estrechamente compenetradas también).
ALLENDE, PINOCHET, AMERICA LATINA Y LAS GRANDES POTENCIAS (HISTORIA DE DOS REYES)
Karin Ebensperger, 11 Septiembre 2003
Hace más de 30 años que los chilenos no nos perdonamos, acusándonos de la llegada del marxismo al poder en 1970 -dicen unos- o por el golpe militar de 1973 -dicen otros.
Pero los chilenos más que culpables, fuimos víctimas.
Víctimas de un mundo que estaba desquiciado por la Guerra Fría, la división Este-Oeste, la bipolaridad en la que Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentaban en una lucha ideológica y nuclear, de la cual no escapaba ningún país. Las diferencias políticas que los chilenos teníamos en esa época no habrían jamás llegado al extremo de una cuasi guerra civil y posterior golpe militar, de no haber sido Chile arrastrado por esa guerra fría a la que nos sometían las grandes potencias.
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