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Con mucho gozo y paz en su corazón, Larry García, puede dar fe del poder de Dios en su vida. Tras 23 años de vivir una vida bajo las ataduras de la homosexualidad, Larry, hoy por hoy, es una persona libre y consagrada a el Señor.

«En mi caso en particular, una profunda carencia afectiva por parte de mi padre, el rechazo de diferentes fuentes, y una pobrísima relación con Dios y su Palabra, fueron los elementos que principalmente fundaron las bases que iban a soportar toda una estructura de pensamiento desvirtuada acerca de mi identidad», comenta a Verdad y Vida sobre lo que lo impulsó a la homosexualidad.

¿Cómo fue su vida como homosexual?

– En total fueron más de 23 años de práctica, aunque ya desde niño había empezado a sentir admiración por otros niños que consideraba erróneamente mejores que yo. Ya muy temprano en la adolescencia había además empezado a cultivar el peligroso hábito de la pornografía y la masturbación; grandes puertas de entrada para todo tipo de demonios y perturbación referidos a la sexualidad. Desde los dieciséis años de edad, empecé a tener relaciones sexuales y afectivas con otros hombres, hasta que llegué a la iglesia a los 38 años, en donde aún me mantuve por unos meses más en esa práctica.

De acuerdo a Larry, «la homosexualidad, como cualquier otra forma de pecado, busca ‘corromper’ lo que Dios ha creado y ha establecido como ‘bueno en gran manera’». Continuó explicando que se vio seducido y envuelto en los deseos de los ojos, la codicia, la pornografía y masturbación. «Todo ello fue haciendo que idolatrara la figura masculina, hasta prefigurar en mi mente el ideal de un «súper ídolo», en cuya búsqueda infructuosa malgasté más de dos décadas de mi vida.

A medida que pasaba el tiempo, Larry se dio cuenta lo que realmente hay dentro del mundo de la homosexualidad. «Un substrato en donde la mentira, la infidelidad y la promiscuidad son las normas de conducta más extendidas, debido a que atenta directamente contra el diseño de Dios para el matrimonio y la sexualidad del ser humano: hombre-mujer. En la medida en que iba avanzando en aquel engañoso camino, fui experimentando todo lo cruel, doloroso y frustrante que resulta al final la vida del homosexual», comenta.

Encuentro con Jesús

Larry tuvo un encuentro sobrenatural con Jesús que causó que evaluara su vida. «Jesucristo se me apareció en un sueño en donde su mirada triste y decepcionada me sacudió y por primera vez me pregunté si realmente la vida que estaba llevando no era de su agrado. También, años atrás había sido confrontado por una palabra que encontré en la Biblia y que rechacé con desdén arrojándola por el bajante de la basura: «¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis, ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios» (1ª Corintios 6:9-10)».

Pero no fue hasta una década después de esa experiencia que Larry decidió abrir su corazón a Jesús y encontrar en Él, una nueva vida. «Llegué a la iglesia cristiana por mi trabajo como arquitecto y no por buscar acercarme a Dios», confiesa. «La congregación del Ministerio Internacional «Vino Nuevo», en Puerto Ordaz, estado Bolívar, estaba buscando un arquitecto para la remodelación de un local para la iglesia. La anciana Dafna John, compañera de trabajo, fue el instrumento que Dios usó para hablarme por primera vez de Cristo. Por medio de sus palabras y de la hermosa música cristiana que ella solía colocar cerca de mí, el Espíritu Santo fue hablando a mi corazón, preparándolo para mi segundo encuentro con Jesús. Mis apóstoles Robby y Zulema Malavé, siempre recuerdan que durante las intercesiones, ellos oraban por un arquitecto cristiano y si no era cristiano, pues que se convirtiera dentro de la iglesia, y eso fue precisamente lo que sucedió», agrega.

Cuando asistió por primera vez al servicio, se sentía muy extraño e incómodo, pero no tenía otra alternativa más que quedarse a escuchar el servicio pues se trataba de un contrato formal de trabajo. «Fue entonces cuando escuchando la predicación en la boca de mi apóstol, el Espíritu Santo empezó a confrontarme y consolarme al mismo tiempo, y comencé a llorar».

Larry estuvo quebrantado por un par de semanas y así estuvo hasta que el pastor hizo la pregunta: ‘¿Quién quiere recibir a Cristo en su corazón?’. «Impulsado como un resorte levanté mis manos y exclamé a viva voz: ‘¡Yo quiero!’. Simplemente no podía desaprovechar ese llamado y recuerdo que pensé: ¿Pero quién no va a querer tener a Cristo en su corazón?», contó.

El nuevo hombre

Larry García establece que Colosenses 1:13 resume muy bien cómo es su nueva vida en Cristo: «Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados».

«Mi nueva vida en Cristo es una vida llena de amor, gozo y de paz. El saberme amado, perdonado y aceptado por Cristo me ha capacitado para amar a Dios con todas mis fuerzas, mi mente y mi corazón. Convencido de su perdón, he podido perdonar a mi padre olvidando el pasado, y llegar a amar aun a mis enemigos. Desde mi encuentro con Jesús, literalmente fui trasladado de las tinieblas de mi gran ignorancia y rebelión a la luz de la verdad, el camino y la vida. En Él, mí orientación sexual ha sido restaurada completamente al diseño de Dios, descubriendo mi identidad como hijo del Altísimo, y el propósito fundamental de mi vida: adorarle y darle gloria en todo cuanto haga», explica.

«Vivo agradecido y dedicado a su servicio como diácono del Ministerio de Escuderos y Seguridad en la misma congregación en donde lo conocí hace ya casi seis años, y al frente de la Fundación Cristiana de Restauración ‘Fuente de vida’. Puedo decir que al fin encontré al gran amor que tanto necesitaba y busqué tan confundido. Ahora soy un hombre enamorado de Jesús. Dejando en el pasado una vida de homosexualidad, promiscuidad y materialismo, es Jesús ahora la porción de mi copa (Salmo 16:5). Mis días son ahora una cuenta regresiva para la manifestación de su segundo advenimiento, de nuestra resurrección y glorificación. Ahora formo parte de su cuerpo, de su Iglesia: Mi amada familia en Cristo quien me abrazó con tanto amor y aceptación desde el momento en que pasé por las puertas del templo», comenta.

La Iglesia y la homosexualidad

¿Cuál cree que debe ser el papel de la iglesia en relación a la homosexualidad?

– El Señor ha dicho en su Palabra que su Iglesia está llamada a ser la sal y la luz de la tierra, a fin de conservar lo que Dios ha establecido como bueno y como malo. Es necesario que el cuerpo de Cristo reaccione urgente y adecuadamente hacia la evangelización de la cada vez mayor masa de homosexuales. Estoy convencido de que hay muchas ovejas del Señor atrapas en ese mundo y debemos ir en su rescate.

¿Qué pudiera decirles a los homosexuales hoy en día?

– Lo primero que les diría es que sí es posible salir de la homosexualidad. Lo segundo es que hay algo tanto o más importante que el hecho de dejar de ser gay, y eso es la oportunidad que tenemos de ser trasformados en verdaderos hijos de Dios. Es un gran engaño creer que simplemente por vivir podemos considerarnos «hijos de Dios». Hay una condición indispensable para ello y es recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador. Entregándole completamente nuestra vida, sueños y necesidades genuinas de amor, cuidado y provisión a Jesús, Él restaurará en nuestras vidas todas las cosas honrando a Dios, su diseño y su propósito. Dios entregó a su tesoro más preciado, a su propio Hijo Jesucristo, para que por medio de su sacrificio pudiéramos alcanzar el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.

Actualmente, Larry está escribiendo el libro, «La puerta de salida», el cual estará en circulación para el segundo semestre el año, y está dirigido a todas aquellas personas que de manera directa o indirecta están relacionados con la práctica de la homosexualidad, a fin de que puedan también hallar la salida.

«A sabiendas de que mi nueva ciudadanía es celestial, mi vida es ahora un peregrinar aprendiendo a vivir como un ciudadano de dicho Reino, y en cuyo proceso «todas las cosas obran para mí bien» (Romanos 8:28), y plenamente confiado en que «todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13). Ya no es posible para mí imaginar ahora una existencia mejor que al lado de Jesús», concluye Larry García.

“Son millones los que han perecido de Sida, depresión y suicidios por causa de esta engañosa trampa de los sentidos” / LG

fuente: http://verdadyvida.org/ES/larry-garcia-libre-de-la-homosexualidad/

2 comentarios

  1. Licinio Cruz dice:

    Hola vivo en Los Angeles CA y Siento que si hay una salida, donde puedo comprar el libro o su número de tel para contactarme con ustedes

    1. Tri4C3 dice:

      busque los datos de la persona nosotros solo somos un blog informante.

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