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En una ola reciente de cierres inesperados, JP Morgan Chase ha cancelado una serie de cuentas bancarias asociadas con el minorista de salud con sede en Florida, Mercola Market, junto con las cuentas personales de sus empleados y sus familias. El dueño de la firma, el Dr. Joseph Mercola, es conocido por sus críticas a las vacunas COVID-19 y la promoción de la salud natural.
Las razones exactas detrás de estas terminaciones abruptas permanecen sin revelar. Sin embargo, numerosos empleados especulan que estos movimientos pueden ser impulsados políticamente, provocados por el Dr. La postura abiertamente disidente de Mercola sobre la narrativa de salud pública en torno a COVID-19.
En medio de las dificultades provocadas por el cierre abrupto, una empleada, la directora financiera Amalia Legaspi, se ha quedado luchando para encontrar medios para enviar fondos a su esposo postrado en cama en Filipinas que sufre de demencia, mientras se acomodan los gastos de la universidad para su hijo Florida Voice informó.
Las respuestas iniciales del banco multinacional a las consultas fueron crípticas, mencionando que las razones detrás de las terminaciones no pueden revelarse debido a “razones legales”.”Sin embargo, las sugerencias para enviar documentos para su reconsideración aparecieron en un correo de voz de un representante de Chase, dejando a los titulares de cuentas en un estado de confusión y desconcierto.
A pesar de la creciente protesta de los titulares de cuentas descontentos, Chase continúa su silencio. Este fiasco trae indicaciones problemáticas de posibles prejuicios basados en creencias personales, como lo sugirió el CEO de Mercola Market, Steven Rye. Agregó que la decisión de Chase de prohibir a sus hijos tener cuentas bancarias en el futuro fue particularmente difícil de digerir.
Las preocupaciones de Rye agregan combustible a un debate emergente sobre el papel potencial de los proveedores bancarios como árbitros del discurso público, un problema que empeorará aún más si se permite que los CBDC proliferen.
